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La hipertensión arterial (HTA), un trastorno grave que aumenta de manera considerable el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares como infartos, enfermedad arterial coronaria e insuficiencia cardiaca, entre otras, principales causas de muerte en México.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut, 2016), uno de cada cuatro mexicanos mayores de 20 años vive con esta enfermedad crónico-degenerativa.
En el marco del Día Mundial del Corazón, que se conmemora cada 29 de septiembre, la Médico Especialista del Instituto Nacional de Cardiología, Nydia Ávila Vanzzini comentó que, en el país hay una alta prevalencia de HTA, se estima que 15.2 millones de personas la padecen y al menos la mitad lo desconoce.
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Recomendó acudir de manera periódica al especialista y llevar un estilo de vida saludable como realizar actividad física, mantener el peso corporal normal, un consumo limitado de alcohol, evitar el hábito de fumar, reducir la ingesta de sal e ingesta de grasas saturadas.
“La hipertensión arterial frecuentemente se asocia con altos niveles de colesterol”.
El impacto de una persona con hipertensión arterial y enfermedades del corazón con Covid19, advirtió el especialista en cardiología y Director General del Instituto Mexicano de Salud Cardiovascular, Luis Antonio Alcocer Díaz es irreversible.
Indicó que estos pacientes deben seguir con su tratamiento para evitar complicaciones crónicas graves “ así como aquellas que puedan presentarse durante esta temporada como la Covid-19 o alguna otra enfermedad respiratoria viral, ya que pueden generar complicaciones cardiacas que llevarían al paciente a la muerte”.
Finalmente, el Dr. Eduardo Mateos García, Gerente Médico de Cardiología en Merck México, en conjunto con algunos autores, presentaron el libro 100 preguntas clave en hipertensión arterial, el cual busca la actualización médica continua para reducir el impacto que tiene en la población mexicana.
“Merck, en marco de su 90 aniversario en México, reafirma su compromiso no sólo con los pacientes, sino con la comunidad médica para lograr un diagnóstico y tratamiento oportuno de las enfermedades cardiovasculares”.
Una presión persistentemente alta (mayor de 140/90 mmHg), puede causar daños irreversibles en el mediano y largo plazo.
