A pesar de que existe la modalidad en línea, cientos de tapatíos generan grandes filas en las recaudadoras del estado para pagar sus respectivos impuestos; prefieren esperar un par de horas que adentrarse en la tecnología.
Tal cual se vio el lunes pasado tanto en recaudadoras municipales como estatales, este martes no fue la excepción pues las largas filas no se hicieron esperar, y claro ejemplo las que se vivieron en la 5, ubicada en la Glorieta de Tránsito.
Desde temprano, y a pesar de las bajas temperaturas o de la pandemia por Covid-19, docenas comenzaron a llegar en un afán de ser los primeros en ser atendidos y ponerse al corriente en sus impuestos de una vez por todas.
"Llegué más o menos a las siete de la mañana, aprovechando a pagar el refrendo y unas multas (...). Espero tardar un par de horas, aunque me vine con la idea de tardarme porque cada año es lo mismo", señaló don Pablo Rosas.
Con un estimado de una a dos horas en tiempo de espera para pasar, de varias partes de la ciudad, así como dentro y fuera del estado, ciudadanos que platicaron para El Occidental dividieron su opinión en torno a la eficiencia del servicio. Y es que, si bien unos, los que madrugaron más, les pareció adecuada la logística, otros más consideraron que falta personal y mejor organización para evitar filas como las que se vivieron este martes.
"Yo, fácil, fácil, espero aventarme unas dos horas aquí, a veces no se puede venir tan temprano y si llegas más tarde, más tarde te irás. Uno ya sabe a lo que viene cuando se forma y pues a esperar", agregó Gilberto Campos.
Si bien autoridades, tanto estatales como municipales, no han dejado de recordar a la población que existen diversas alternativas de pago, como la modalidad en línea precisamente para evitar filas kilométricas -especialmente ahora con la pandemia-, lo cierto es que quienes se formaron en una de las recaudadoras de la ciudad manifestaron su escepticismo por las alternativas.
Desde no saber cómo usar internet para poder pagar, hasta temor o desconfianza de meter tarjetas bancarias, fueron parte de los argumentos que dieron para optar mejor por formarse y perder varias horas del día.