Se estima que dos de cada diez personas que tuvieron Covid-19 y se recuperaron, pueden presentar algún tipo de secuela a causa de la enfermedad, las cuales pueden ser de tipo respiratorio, cardíaco, físico, psicológico o neurológico.
Ante esa situación, desde agosto del año pasado el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco realiza rehabilitación física, pulmonar, cardiaca -e incluso- psicológica, para pacientes que se recuperaron del virus.
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Ya se han brindado más de 5 mil consultas, tanto en Unidades de Medicina Familiar (UMF) como en hospitales de la institución, de las que en primer nivel se atendieron 120 pacientes para rehabilitación y reacondicionamiento por secuela física, en segundo nivel se ha atendido a 656 pacientes para rehabilitación cardiopulmonar y por secuela psicológica se atendió a cerca de 4 mil usuarios, de los cuales 702 requirieron seguimiento especializado de Psicología o Psiquiatría.
“En este momento tenemos en activo a 317 personas en rehabilitación física y cardiopulmonar”, informó el coordinador auxiliar de los Servicios de Prevención y Promoción de la Salud del IMSS en Jalisco, Luis Antonio Moreno Torres.
Dijo que entre el 50 y 70% de los pacientes pueden persistir síntomas como cansancio extremo, pérdida muscular, tos constante, ansiedad, depresión y problemas para dormir, posteriores a un cuadro de Covid-19 y entre el 80 y 90% de los casos son de grado leve, pero el resto puede tener alguna limitación importante para incorporarse a la vida cotidiana.
Informó que el IMSS tienen varias herramientas para realizar el tamizaje, una es la Escala Funcional Post Covid que permite identificar las limitaciones funcionales para actividades de la vida diaria; otra es el índice de Barthel (IB), con el que se mide el estado de independencia de una persona para realizar sus actividades diarias y la tercera es el SPPB (Short Physical Peformance Battery), que consiste en pruebas de equilibrio y en que la persona realice una caminata corta para ver si satura suficiente oxígeno en sangre, lo que permite al médico podrá tomar una decisión para el seguimiento del paciente.
“Las evaluaciones se realizan a las cuatro semanas del alta de la fase aguda de Covid-19, con seguimiento posterior para determinar si requieren rehabilitación. El equipo multidisciplinario que interviene en la atención consta de médicos familiares, terapistas físicos, cardiólogo, un experto en rehabilitación respiratoria y un experto en rehabilitación cardiaca. Con esto beneficiamos a muchos pacientes y a la sociedad en general”, dijo el especialista.
La rehabilitación pulmonar y cardiaca se realiza en el Hospital General Regional 46 y en Medicina de Rehabilitación dentro de las Unidades de Medicina Familiares 51, 52 y 178, en tanto que es posible hacer un tamizaje inicial a 20 personas diarias en cada UMF ya incorporadas al programa.