Logran patente con dispositivo para procedimientos oftalmológicos. Se trata de una cámara que permite desarrollar procedimientos en el ojo, en un ambiente totalmente estéril.
Con el desarrollo de INNERT, un equipo multidisciplinario de investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias (EIC) y de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud (EMCS) del Tec de Monterrey Campus Guadalajara obtuvo la patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
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Pese a que el desarrollo ya fue transferido, los investigadores del Campus Guadalajara siguen involucrados en el proyecto, ahora en el apartado de estudios de mercado para identificar viabilidad de comercialización y aportar esa parte a su socio que comercializará INNERT.
Rita Fuentes Aguilar, profesora investigadora de la EIC y parte del equipo de investigación del desarrollo, explicó que INNERT consiste en una cámara o dispositivo que se pone en el rostro del paciente y su ojo queda dentro de la cámara estéril.
Ese equipo tiene una capa que es retirada por el médico para por ahí introducir sus manos para realizar los procedimientos.
Una vez que termina, el dispositivo es retirado del ojo del paciente y se presiona un aparato que libera aire para desinfectar el dispositivo y que nuevamente vuelva a su estado estéril.
Se trata de un equipo portátil de ambiente estéril para procedimientos oftalmológicos llamado INNERT que ofrece una solución para médicos especialistas, quienes necesitan realizar intervenciones ambulatorias en el ojo en ambientes estériles, a fin de evitar complicaciones posteriores, como infecciones.
“Nosotros trabajamos muy de cerca con especialistas de cirugía de retina quienes nos comentan que, al realizar ciertas intervenciones en los consultorios, como aplicación de inyecciones, un alto porcentaje de personas termina con una infección, y nuestro desarrollo les proporciona ese ambiente estéril” explicó.
El desarrollo ofrece varias ventajas de acuerdo a lo que comentó la profesora Rita Fuentes pues es fácil de usar, seguro para el paciente y el médico, es de bajo costo y además es portátil.
“Diseñamos el dispositivo pensando en hacerlo portátil. Tiene una base con rueditas que permite moverlo de un lugar a otro con facilidad en el consultorio”, comentó tras agregar que en el mercado no hay algo similar.
Para Luis Manuel Aparicio Romero, profesor investigador de la EMCS y quien también participó en la investigación, detalló que otras ventajas de INNERT es que agiliza procesos y permite atender más pacientes.
“Lleva los procedimientos de quirófano al consultorio; se reduce el tiempo de preparación al paciente; se reduce la cantidad de personal médico que asiste la intervención; se pueden atender más pacientes en menor tiempo y atender más modalidades terapéuticas del ojo”.
En INNERT participaron Arturo Santos Garcia; Alejandro García González, Joel Ruíz Rojas; Gisela Hialita Sánchez Sosa; Ricardo Javier Díaz Domínguez; Juan Carlos Altamirano Vallejo; Luis Manuel Aparicio Romero y Rita Quetziquel Fuentes Aguilar.
Explicaron que el dispositivo, que se empezó a desarrollar en el año 2016, ya está en la fase de transferencia tecnológica.
La profesora Fuentes dijo que como investigadores tienes tres caminos cuando tienen un proyecto:
- Solicitar la patente y conseguirla.
- Generar una empresa para usar la patente, hacer las pruebas para venderla, producirla y comercializarla.
- Buscar una empresa que se dedique a producir y a comercializar el dispositivo.
En el caso del Tec de Monterrey, una vez con la patente, decidió hacer la transferencia de tecnología, es decir, buscó un socio que hoy es el receptor de la tecnología, el Centro de Retina Médica y Quirúrgica, quienes llevan el desarrollo al siguiente nivel.
Realizan las pruebas de usabilidad, fases clínicas o protocolos clínicos con pacientes de acuerdo a lo que dictamine la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) que regula estos desarrollos para su comercialización.
Como investigadores concursaron a fondos como el De la Ciencia al mercado del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Jalisco (COECYTJAL) que les aportó 500 mil pesos para ese cometido, llevar desarrollos tecnológicos de base científica para acercarlos a una posible comercialización.
Ahora el equipo de investigadores busca otros desarrollos para esta investigación, a fin de buscar la diversificación en la aplicación de este prototipo como puede ser en pacientes con quemaduras, en áreas de belleza y cirugía estética, entre otras.