La Organización Panamericana de la Salud (OPS), advierte que México tiene la tasa más alta de muerte materna, su representante Cristian Morales Fuhrimann señaló que este problema de salud ha sido un desafío para el país.
Indicó que con la pandemia Covid-19 aumentó el riesgo de muerte materna en la región Américas con dos mil 682 embarazadas contagiadas y 81 muertes, México se encuentra dentro de los países con más decesos.
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“Casi el 18% del total de muertes maternas del país” subrayó.
El representante de la OPS señaló que, en muerte materna en general, las mujeres de Chiapas tienen hasta 50% más de mortalidad materna que el promedio nacional, sin embargo, dijo que es: “Más impactante aun, que las mujeres que pertenecen al quinquin (indicador) unos tienen una sobremortalidad materna, según el primer informe del observatorio nacional de inequidades de la Secretaría de Salud de 90% con respecto a las mujeres del quinquin 5”.
En la última semana se sumaron 8 muertes de embarazadas con Covid-19 en México.
Durante el encuentro virtual Salud y mortalidad materna en México en el marco de la Covid-19:
Una aproximación de los derechos humanos, organizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas en México, por su parte, la Directora General del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, Karla Berdichevsky Feldman, indicó que al fecha hay 81 defunciones, equivalente a tres por ciento de la letalidad
El informe semanal de mujeres embarazadas por sospecha de Covid-19, muestra que han sido analizadas siete mil 182 mujeres, de las cuales, dos mil 682 dieron positivo y tres mil 486, negativo.
Mientras tanto, el representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) México, Arie Hoekman, mencionó que las muertes de la semana pasada y las probables por Covid-19 ya suman 108 representando el 25% del total de muertes y colocándose ya como la primera causa de muerte.
Algunas de las barreras para el acceso a la atención de embarazadas, expusieron los especialistas ha sido la reconversión hospitalaria para la atención de pacientes graves por Covid-19, suspensión o negación de la atención durante la etapa prenatal, omisión de los derechos de las mujeres durante la atención obstétrica y recursos limitados para atención de emergencias obstétricas.
Así como la suspensión temporal de acciones comunitarias, disminución en la demanda de servicios por temor al contagio y pérdida de ingresos económicos.