Locatarios de mercados en Guadalajara se manifestaron este sábado en la ciudad por el decreto municipal que pretende regularizarlos; se dijeron en contra de estas acciones, impulsadas por el ayuntamiento tapatío, pues aseguran que no es más que una táctica más para quitarlos de sus espacios.
Al grito de "no a la firma", locatarios, la mayoría de mercados como San Juan de Dios y el Felipe Ángeles, exigieron a autoridades estatales, pero sobre todo a las municipales, echar para atrás el decreto que cobró efecto hace un par de semanas.
"La autoridad se está facultando para que en cualquier siniestro que hubieran decomisen los mercados municipales para hacer vivienda o más comercio. Su táctica fue no apoyar a los mercados, no darles mantenimiento. Lo que quieren es quitarnos, y la autoridad habla a su conveniencia al decir que no nos queremos regularizar, pero claro que queremos", refirió Salvador Cabrera, comerciante de mercado San Juan de Dios.
Aseguraron que no están en contra como tal de la regularización, ya que ellos mismos la han buscado durante años, sino más bien del decreto pues les quieren obligar a firmar un contrato de concesión en donde perderían sus derechos sobre sus locales, como la posibilidad de heredar la concesión.
Además, explicaron, se extinguirá la obligación por parte del ayuntamiento en el caso de la desaparición del edificio, por lo que temen que ante un sismo o incendio se modifique el uso del suelo del lugar para así desaparecer al mercado.
Por ello, exigieron se eche para atrás mencionado decreto, y que se construya un proyecto de ley que dé certeza jurídica real a locatarios de los 94 mercados que existen en el municipio de Guadalajara.
Desde temprano salieron del mercado Libertad mejor conocido como San Juan de Dios, y partieron rumbo al centro histórico en donde hicieron presencia en Palacio de Gobierno, Congreso del Estado y el Ayuntamiento de Guadalajara. De ahí tomaron camino rumbo a la glorieta La Normal para tratar de interceptar al presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque una vez ahí solo se quedaron un rato pues para mediodía el contingente ya se había dispersado.