Más del 80% del gas natural que se usa en México es importado de Estados Unidos, en particular de Texas, y se utiliza para generar energía eléctrica y procesos industriales, informó Santiago García, CEO de Santa Fe, empresa mexicana de comercialización de gas natural, que desde septiembre tiene presencia en el Occidente del país.
“Tenemos la cuenca productora más importante del mundo al ladito de donde nosotros estamos y eso provee de una gran ventaja competitiva al país y es aquí cuando Santa Fe se convierte en uno de los principales comercializadores de México, dotando a la industria del Bajío y Occidente de este gas competitivo, abundante, a precios sumamente bajos”.
Recordó que el gas natural es poco contaminante, al ser una mezcla de hidrocarburos simples compuesta por metano, que puede contener nitrógeno, bióxido de carbono, ácido sulfhídrico y agua y cuenta con tres formas de transporte: en forma de gas natural licuado, en forma de gas natural comprimido y por gasoductos, que es como llega a Jalisco.
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Indicó que para el sector industrial el gas natural es elemental y entre las que más lo consumen son la metalúrgica, la de fertilizantes, alimentaria, papelera, química, automotriz, eléctrica y de transporte.
“La última parada era precisamente Guadalajara y cuando llegaba era prácticamente lo que sobraba, llegaba de a poquito, a veces no llegaba o a veces no con la presión adecuada que se necesita para poder tener una serie de procesos industriales y eso ha sido un gran freno en la industria de Jalisco en los últimos 15 o 20 años y ya estamos fluyendo gas a Guadalajara”.
Respecto a la seguridad del gas natural y los riesgos que existen de robarlo, indicó que “está complicado” y además es riesgoso, pero cuentan con un sistema de seguridad y monitoreo de los flujos en tiempo real, que mide volumen, temperatura y presión para “atacar inmediatamente” en caso de detectar algún tipo de huachicol.