El último medio año, los prestadores de diversos servicios turísticos en Chapala y los comerciantes del tianguis de artesanías han sobrevivido a una de las peores crisis de las que tienen recuerdo.
La pandemia impactó de manera considerable en sus ingresos y aunque han visto fines de semana con mayor afluencia de visitantes, todavía no logran recuperarse.
Los lancheros, uniformados todos con camisa blanca, sentados esperan que alguien llegue “de menos a preguntar” cuánto cuesta el paseo y hay días que apenas realizan uno o dos viajes durante toda la jornada; los vendedores de charales, igual esperan con sus platos desechables servidos junto a la cubeta de metal donde cargan chalares para vender.
Lo mismo pasa con quien vende helados, con los que venden tuba y hasta con los músicos, pues tanto mariacheros, como integrantes de conjuntos norteños, caminan ofreciendo sus servicios.
Todos coinciden en que sus ingresos bajaron hasta un 80%. “Había más gente antes, hace algunas semanas, la gente de Guadalajara venía porque allá no hallaba qué hacer, pero como ya abrieron todo, ya la gente dejó de venir”, comenta un vendedor de pulseras y collares artesanales, que al medio día del sábado no había realizado ninguna venta.
Una situación similar enfrentan los restaurantes, cuyo personal afuera de los establecimientos con el menú en mano, ofrecen a cuanto pasa mariscadas o parrilladas y promociones como postre o helado gratis, pero es poca la gente que entra a consumir.
“Hay gente que viene, pero más bien a ver el lago, casi no están consumiendo. Ya no vemos a las familias completas, ahora vienen en parejas sobre todo”, agregó un trabajador de un restaurante que ofrece show con música tropical, como la de Mike Laure, popular músico jalisciense, que tiene incluso una estatua en el malecón de Chapala.
En el malecón instalaron diversos juegos mecánicos infantiles y aunque están funcionando, son apenas uno o dos pequeños los que se suben por cada vuelta, pues el “Rinconcito de Amor”, como se le conoce a Chapala, desde hace casi seis meses se vio opacado por la pandemia.