El coronavirus no logró secar al mundo submarino del Acuario Michin pero sí los mantiene en condición de "supervivencia" y es que cerraron sus puertas por tres meses pero las especies marinas tenían que comer y las instalaciones darles mantenimiento. Ahora están de regreso y con todo en orden para recibir a los visitantes.
"Las implicaciones de la pandemia son diversas, una de ellas es la incertidumbre de la fecha del retorno, solicitar préstamos para subsistir porque nosotros dependemos del flujo de personas, a diferencia de otros negocios, aquí tuvimos que mantener el centro durante los cuatro meses anteriores", señaló Juan Carlos Pérez García, director comercial del Acuario Michin en Guadalajara.
Visitar el acuario es una experiencia única, educativa y 100% mexicana, "me gusta venir con mis hijos porque aprenden y se divierten, y yo más porque me fascina el mundo marino", dijo José Flores, un padre de familia que acudió con sus dos hijos y su esposa. Desde el momento que se enteró que reabrió sus puertas, no dudó en acudir. Reconoció que se sintió seguro con las medidas y protocolos.
El director comercial Pérez García en relación a la nueva normalidad del acuario dijo: "Tenemos desde el acceso rigurosas medidas de control sanitario, un escáner especial de cámara que mide la temperatura desde la taquilla, la distribución de gel por todos los espacios del acuario y los tapetes sanitizantes. En caso de que alguno de nuestros visitantes se detecte con temperatura alta, el sistema tiene una alarma que activa un protocolo para revisar nuevamente a las personas".
Garantizan a los clientes el 100 por ciento de ambientes sanitizados, señalética en todo el edifico para mantener la sana distancia, con un aforo máximo del 25 por ciento que es lo que piden las autoridades. "Sin duda somos de los espacios de conservación menos caros y pueden tener la seguridad quienes nos visitan de que pasarán siete horas de diversión y aprendizaje".
Reto de subsistir
El acuario Michin en Guadalajara mantiene más de 20 mil especies. "El costo de mantenimiento por tiburón es de 9 mil pesos mensuales y tenemos alrededor de 25 en el tiburonario a eso le sumas las demás especies. Nosotros somos un centro de conservación, el único de cuidado de la nutria, reproducción de ajolote y medusas", señaló Juan Carlos Pérez. Por ende, mantener las instalaciones requiere miles de pesos.
"Las especies no pueden dejar de respirar el oxígeno, las bombas deben estar prendidas, todo el equipo de veinte biólogos estuvieron laborando en estos días".
Pero además los directivos fueron corresponsables con los colaboradores y empleados. "El acuario hizo un gran esfuerzo de mantener toda la plantilla laboral, en su mayoría, a excepción de los colaboradores de atención al público que de manera natural dejaron de laborar, pero ahora ya están regresando a casa".