/ domingo 24 de enero de 2021

Artesanos emprenden en conjunto para sobrevivir pese a pandemia

Algunos se vieron más afectados que otros por el tipo de mercancía que ofertan

Las afectaciones que ha generado la pandemia por Covid-19 no han sido menores, y es que, en todos los sectores, miles se las han tenido que arreglar para poder subsistir, como es el caso de artesanos de Tlaquepaque, a quienes no les quedó de otra que juntarse para rentar un lugar y exhibir en conjunto su mercancía.


Con décadas de experiencia y diestros en diferentes técnicas, fueron 10 los artesanos quienes llegaron al Nido Emprende, un lugar en pleno Centro Histórico de Tlaquepaque, el cual de dedicarse a vender comida y bebida, ahora se ha convertido en un giro mixto en donde comensales pueden no solo disfrutar, sino de hacerse de alguna de las artesanías que se exhiben a su alrededor.

Arturo Mendoza, artesano de quinta generación con más de 55 años de trayectoria, realiza ollas, platos, cazuelas, y demás artículos de loza utilitaria para comer. A pesar de que tiene un espacio en el tianguis artesanal de Tonalá, refiere que la pandemia les complicó todo, pues las ventas se vieron mermadas drásticamente en un 70 por ciento.

Aunado a esto, platicó, se le cayó totalmente la exportación de estos artículos, a Francia, y es que, si en otros años registraba pedidos de hasta 30 mil pesos de artesanías en diferentes colores, ahora por las restricciones esto quedó atrás.



"De manera general, en un mes bueno, como marzo, abril o mayo, sacaba entre 40 y 45 mil pesos, y ahorita en tiempo de pandemia no saco ni 10 mil pesos. Y así está para varios compañeros, que están batallándole también”.

Por ello es que se vieron en la necesidad de juntarse entre varios y dar con algún lugar -ante la falta de apoyo del municipio con espacios-, lo suficientemente amplio para tratar de sacar lo poco que logran producir. Y es que, la situación de cada uno es diferente, ya que algunos se vieron más afectados que otros por el tipo de mercancía que ofertan.


Foto: Aurelio Magaña | El Occidental


Doña Oti, por su parte, detalla que la situación se ha agravado en todos lados aun con espacios para vender, y es que, con un puesto también en el tianguis artesanal, señala que el flujo de gente ha disminuido, lo que ha suscitado la reducción en ventas en un 70 por ciento aproximadamente.

Tiene 30 años de experiencia fabricando bolsas, morrales, mochilas y rebozos, sin embargo, de realizar exposiciones y surtir a clientes de varias partes del país, ahora le batalla para conseguir ventas al día de entre 100 o 2 mil pesos, cuando antes, en días buenos, las cifras superaban hasta los 4 mil.

“Requerimos del apoyo para promocionar y que podamos seguir adelante. Queremos seguir trabajando. Sabemos que la situación está muy difícil, pero esperamos que todo se componga y adelante con todos los compañeros que estamos aquí en el Nido Emprende”.

Exhiben y van por ampliarse

Agustín Mendoza, tercera generación, se dedica a la creación de esculturas de diferentes tamaños. Al ser uno de los rubros más afectados, por no ser considerados artículos tan necesarios, sus ventas, aunque sustancialmente disminuidas, se han sostenido gracias a clientes que datan de décadas gracias a sus bisabuelos.

No obstante, ante el panorama actual por la pandemia, espera que con esta nueva iniciativa logren subsistir y, eventualmente, conglomerar a más compañeros que lo necesiten. Sin embargo, por el momento la mira es asentarse en el Nido Emprende y crecer, de ahí la idea por entrarle al mercado en línea con la finalidad de poder llegar a más personas.

Además, y con un 2021 que todavía se antoja difícil para ellos como gremio artesanal, trabajan en otros proyectos a mediano plazo, con la posibilidad de crear una escuela de arte para fomentar las técnicas que trabajan.

“Con la pandemia primero nos sentimos asustados, pero sacamos fuerzas y llegamos aquí al Nido, porque queremos recibir el apoyo de más personas para abrir una escuela de arte; queremos enseñar, que nuestros conocimientos trasciendan y no se mueran con nosotros”.

El Nido Emprende

El Nido Emprende como tal nació hace cinco años. Dedicado inicialmente para promover la cultura y el arte local, comenzó por el barrio de Santa Tere; no fue sino hasta hace tres años cuando, por las condiciones económicas, el lugar cambió de sede y de giro totalmente.

Iyari Dennis, creadora de la idea, manifestó que si bien se tuvo que dedicar a otro giro de lleno, hace un par de meses trabajó la idea para darle oportunidad a artesanos de exhibir su mercancía en el lugar, en un afán de regresar a las viejas andadas, pero también con la finalidad de generar una red de apoyo ante las afectaciones generadas por la pandemia.

Por los meses que se mantuvo el local cerrado, y con las rentas de 25 mil pesos al mes, cada vez fue más difícil mantener el lugar –y la plantilla laboral-, por lo cual, una vez que pudo abrir se presentó la oportunidad con artesanos en una relación de “ganar-ganar”.

“Es el hecho de apoyar el talento local, apoyarnos entre todos, porque ahorita es lo fundamental, hacer fuerza entre todos para salir todos juntos adelante (…). La gente que viene a consumir sí le interesa (el concepto), pues también se les explica que todo lo que ven es arte local”.


Con precios accesibles y una cantidad considerable de productos artesanales en exhibición, con posibilidad de crear bajo pedido, El Nido Emprende está ubicado en Independencia 287-A, en San Pedro Tlaquepaque, en un horario de 11 a 8 de lunes a jueves y de 11 a 10 los fines de semana.



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Con décadas de experiencia y diestros en diferentes técnicas, fueron 10 los artesanos quienes llegaron al Nido Emprende, un lugar en pleno Centro Histórico de Tlaquepaque, el cual de dedicarse a vender comida y bebida, ahora se ha convertido en un giro mixto en donde comensales pueden no solo disfrutar, sino de hacerse de alguna de las artesanías que se exhiben a su alrededor.

Arturo Mendoza, artesano de quinta generación con más de 55 años de trayectoria, realiza ollas, platos, cazuelas, y demás artículos de loza utilitaria para comer. A pesar de que tiene un espacio en el tianguis artesanal de Tonalá, refiere que la pandemia les complicó todo, pues las ventas se vieron mermadas drásticamente en un 70 por ciento.

Aunado a esto, platicó, se le cayó totalmente la exportación de estos artículos, a Francia, y es que, si en otros años registraba pedidos de hasta 30 mil pesos de artesanías en diferentes colores, ahora por las restricciones esto quedó atrás.



"De manera general, en un mes bueno, como marzo, abril o mayo, sacaba entre 40 y 45 mil pesos, y ahorita en tiempo de pandemia no saco ni 10 mil pesos. Y así está para varios compañeros, que están batallándole también”.

Por ello es que se vieron en la necesidad de juntarse entre varios y dar con algún lugar -ante la falta de apoyo del municipio con espacios-, lo suficientemente amplio para tratar de sacar lo poco que logran producir. Y es que, la situación de cada uno es diferente, ya que algunos se vieron más afectados que otros por el tipo de mercancía que ofertan.


Foto: Aurelio Magaña | El Occidental


Doña Oti, por su parte, detalla que la situación se ha agravado en todos lados aun con espacios para vender, y es que, con un puesto también en el tianguis artesanal, señala que el flujo de gente ha disminuido, lo que ha suscitado la reducción en ventas en un 70 por ciento aproximadamente.

Tiene 30 años de experiencia fabricando bolsas, morrales, mochilas y rebozos, sin embargo, de realizar exposiciones y surtir a clientes de varias partes del país, ahora le batalla para conseguir ventas al día de entre 100 o 2 mil pesos, cuando antes, en días buenos, las cifras superaban hasta los 4 mil.

“Requerimos del apoyo para promocionar y que podamos seguir adelante. Queremos seguir trabajando. Sabemos que la situación está muy difícil, pero esperamos que todo se componga y adelante con todos los compañeros que estamos aquí en el Nido Emprende”.

Exhiben y van por ampliarse

Agustín Mendoza, tercera generación, se dedica a la creación de esculturas de diferentes tamaños. Al ser uno de los rubros más afectados, por no ser considerados artículos tan necesarios, sus ventas, aunque sustancialmente disminuidas, se han sostenido gracias a clientes que datan de décadas gracias a sus bisabuelos.

No obstante, ante el panorama actual por la pandemia, espera que con esta nueva iniciativa logren subsistir y, eventualmente, conglomerar a más compañeros que lo necesiten. Sin embargo, por el momento la mira es asentarse en el Nido Emprende y crecer, de ahí la idea por entrarle al mercado en línea con la finalidad de poder llegar a más personas.

Además, y con un 2021 que todavía se antoja difícil para ellos como gremio artesanal, trabajan en otros proyectos a mediano plazo, con la posibilidad de crear una escuela de arte para fomentar las técnicas que trabajan.

“Con la pandemia primero nos sentimos asustados, pero sacamos fuerzas y llegamos aquí al Nido, porque queremos recibir el apoyo de más personas para abrir una escuela de arte; queremos enseñar, que nuestros conocimientos trasciendan y no se mueran con nosotros”.

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El Nido Emprende como tal nació hace cinco años. Dedicado inicialmente para promover la cultura y el arte local, comenzó por el barrio de Santa Tere; no fue sino hasta hace tres años cuando, por las condiciones económicas, el lugar cambió de sede y de giro totalmente.

Iyari Dennis, creadora de la idea, manifestó que si bien se tuvo que dedicar a otro giro de lleno, hace un par de meses trabajó la idea para darle oportunidad a artesanos de exhibir su mercancía en el lugar, en un afán de regresar a las viejas andadas, pero también con la finalidad de generar una red de apoyo ante las afectaciones generadas por la pandemia.

Por los meses que se mantuvo el local cerrado, y con las rentas de 25 mil pesos al mes, cada vez fue más difícil mantener el lugar –y la plantilla laboral-, por lo cual, una vez que pudo abrir se presentó la oportunidad con artesanos en una relación de “ganar-ganar”.

“Es el hecho de apoyar el talento local, apoyarnos entre todos, porque ahorita es lo fundamental, hacer fuerza entre todos para salir todos juntos adelante (…). La gente que viene a consumir sí le interesa (el concepto), pues también se les explica que todo lo que ven es arte local”.


Con precios accesibles y una cantidad considerable de productos artesanales en exhibición, con posibilidad de crear bajo pedido, El Nido Emprende está ubicado en Independencia 287-A, en San Pedro Tlaquepaque, en un horario de 11 a 8 de lunes a jueves y de 11 a 10 los fines de semana.



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