Continuar como una política de mayor alcance para el 2023 y que no se quede en una iniciativa que respondió ante el reto marcado por la pandemia de Covid-19, es la propuesta que hizo el gobernador Enrique Alfaro Ramírez al hacer el cambio de estafeta del programa Jalisco Sin Hambre y en donde se informó que se benefició a más de un millón de jaliscienses con las 270 mil despensas entregadas hasta el momento.
En el mismo evento anunció que en los próximos días se hará la entrega oficial de un terreno para que se construya la sede permanente del Banco Diocesano de Alimentos y en el que se construirían algunas áreas de refrigeración para apoyar a las familias que lo necesiten con alguna proteína.
“Un frente que significaba una prueba de fuego para la sociedad jalisciense, ese frente de trabajo era el cómo hacer de la solidaridad y subsidiariedad nuestra mejor herramienta, eso fue Jalisco Sin Hambre, no sabíamos cómo había que alinear todos los esfuerzos del sector público y privado para ayudar a quien más lo necesitaba, tuvimos que destinar una gran cantidad de recursos públicos, sí, pero hoy podemos darla como una lección aprendida”, aseguró.
En este contexto fue que propuso que la iniciativa Jalisco Sin Hambre, en esta segunda etapa que se inicia con la donación de las líneas de trabajo para la elaboración de las despensas a Cáritas y al Banco Diocesano de alimentos, para que en lugar de ser un programa de asistencia alimentaria sea el eje articulador para construir una política de asistencia social enfocada al tema de alimentación con atención para todo el Estado.
“Quisiera proponerles que lo que hiciéramos no sea una entrega de estafeta, lo que hoy tenemos que hacer es simplemente cerrar un primer ciclo de Jalisco sin Hambre y quiero proponerles que Jalisco sin Hambre siga siendo el eje articulador de una política y una apuesta de largo plazo, de solidaridad, de subsidiaridad, de compromiso social para que de aquí al 2023 en los que Jalisco va a celebrar 200 años de estado libre y soberano podamos construir la política de asistencia social más exitosa, más profunda y completa de américa Latina”, dijo.
Mientras que Santiago Orendain de Obeso, coordinador General de Jalisco Sin Hambre, destacó que a lo largo de estos meses se entregaron 275 mil 905 despensas en beneficio de un millón 188 mil 942 personas. Sin embargo, destacó que el mensaje de esperanza llegó para todos los jaliscienses.
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Es decir “logramos unir y repartir el beneficio a más de 800 organizaciones civiles con más de 300 voluntarios; generamos dos líneas de producción que tenían un promedio diario de cinco mil despensas”, puntualizó.
Añadió que al comienzo de esta iniciativa, el Gobernador Enrique Alfaro convocó a los jaliscienses a recaudar 100 millones de pesos para lograr los objetivos de Jalisco Sin Hambre, situación que fue superada a otorgar apoyos por 160 millones.
El Presidente del Consejo de Jalisco Sin Hambre, Horacio Fernández Castillo, destacó que el trabajo para hacer frente a la pobreza alimentaria continuará con apoyo del Banco de Alimentos y Cáritas de Guadalajara.