El Tren Ligero necesita la certificación de seguridad para poder arrancar el domingo próximo, sostuvo Emilio Lazo, ex director de Atención Ciudadana de Zapopan y primer enlace del Gobierno de Zapopan ante el comité técnico para la línea 3 de Zapopan. Asegura que el plan inicial contemplaba dar a conocer un informe sobre la reubicación de todo el patrimonio municipal (a la fecha no se sabe el paradero de los bustos de los ex presidentes) y además el plan de manejo ambiental ante Semadet, que aún no lo tiene.
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No es fácil, lo dice quien formó parte de los inicios de este proyecto, cuando Héctor Robles Peiró era presidente municipal de Zapopan.
Emilio Lazo refiere que son varios pendientes que deben de ser mostrados por las distintas autoridades, el primero: El plan de manejo de impacto ambiental que debe tener ya en sus manos la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet).
Otra duda es el proceso de selección de unas 500 personas que participarán en la operación de la L3, desde como fueron convocados a como fueron elegidos y también capacitados.
Desde un principio se estableció que todos los monumentos y piezas que formaban parte del patrimonio municipal serían retiradas con muchos cuidados y enviadas a un espacio definido. Así se recogieron el puente peatonal González Gortazar, los bustos de los presidentes ubicados a todo lo largo de la avenida Manuel Ávila Camacho y otros bienes más que se supone deben de estar en un depósito localizado en Periférico, entre las calles de Melchor Ocampo y avenida del Charro, en la colonia El Vigía. El único del que se sabe su destino final es el avioncito en honor del escuadrón azteca 201, que estaba en la glorieta del Mercado del Mar y que fue enviado al Colegio del Aire.
Otro detalle es si el Congreso del Estado ya previó -explica Emilio Lazo-incluirá en la partida lo que será la nómina de los 500 trabajadores -entre ellos 90 choferes- que se suman a Siteur para operar la L3.
Quien trabajó en la socialización de la obra en Zapopan explicó que no puede faltar la certificación de seguridad, que debió entregarse tras agotar todas las pruebas, y que tendrán que tener antes de que el domingo los ciudadanos puedan subir gratuitamente a la Línea 3.
