Integrantes de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) “festejaron”, con pastel en las puertas de la Secretaría del Transporte, un año de lo que denominan el "robo sistemático” en el sistema de prepago con las llamadas “alcancías rateras” que, al depositar una moneda de 10 pesos, no dan el cambio de 50 centavos, los que multiplicados por cada usuario y por cada viaje, por día, hasta ahora suman 385 millones 585 mil 605 pesos que nadie sabe a dónde fueron a dar.
Instalaron una mesa de fiesta con un cerdito de barro y antifaz de ladrón. Eligieron la fecha porque justo para un 30 de abril, pero de 2020, el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, habría de quedar un sistema de prepago que cobrara lo justo y eso no sucedió.
En cambio, denunció Stefanía Gutiérrez, secretaria de Cultura de la FEU, que “el Gobierno no hizo su trabajo, siguen 'robando' los 50 centavos, los accidentes generados por el transporte continúan y vivir el transporte sigue siendo una precariedad para todos los jaliscienses”. Por ello, dijo, “es que decidimos festejarles este primer aniversario”.
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Por su parte, Javier Armenta, presidente de la FEU, recordó que la Secretaría de Transporte que dirige Diego Monraz no les ha abierto las puertas y, es por eso, que el festejo fue a las puertas de una dependencia que hace un año solo había certificado unas cuantas rutas que por ello podrían cubrir los 9.50 pesos y en tiempos de pandemia certificó a más de 100 sin reunir los requisitos, permitiéndoles que también aumentaran las tarifas.
El dirigente estudiantil aseguró que el sistema de prepago actual “es un robo sistemático y equiparado que lacera la economía de la ciudad” y que las autoridades se han convertido en cómplices, al permitir que permisionarios se beneficien con esto, junto con el Macrobús y el Tren Ligero.
Lamentó que el poder judicial no haya podido notificar aún el amparo concedido contra los transportes oficiales.
Recordó que las “alcancías rateras” generan un millón 123 mil 245 pesos como excedentes, por día, por esos 50 centavos que se quedan, y desde que se generaron los reclamos, ya suman 385 millones 585 mil 605 pesos, que nadie sabe a dónde han ido a parar y que la Secretaría del Transporte tampoco ha podido calcular y mucho menos informar. Al final partieron un pastel para celebrar un año con “alcancías rateras”.