Daños de efectos aún no conocidos han dejado los últimos dos incendios en el Bosque de la Primavera que afectaron zonas que no habían sido tocadas por el fuego en 30 años y se llevaron lo que había recuperado en 10 más.
Ya advierten investigadores que ante la falta de absorción en el subsuelo, a las primeras lluvias provocarán inundaciones y lodazales que amenazan y ponen en riesgo a comunidades como Arroyo Seco, Lomas de la Primavera o Paraísos del Colli, entre otras.
Los incendios son los registrados los días 1 y 14 de abril del año en curso en los parajes como las Canoas y los Volcanes, ambos dentro del área natural protegida.
Pedro Alcocer, profesor del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano (DHDU) del ITESO e integrante del Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) y asociación civil Anillo Primavera, explicó que los primeros efectos son la contaminación por humo y partículas suspendidas o la ola de calor que se sentirá más adelante.
“Los servicios ambientales del bosque que nos ofrecen calidad de vida – aire fresco, calidad de aire, temperaturas bajas – con afectaciones como la del incendio se revierten y pueden convertirse en un riesgo para nuestra salud”.
Luego vendrán las consecuencias de tener una absorción minada por el incendio que se refleja en que la tierra no es tan porosa y esto, advierte Pedro Alcocer, hará que el agua de lluvia escurra por la superficie.
LO QUE VIENE EN TIEMPOS DE LLUVIAS
Ya sucedió en 2015 y en 2019, aunque en otras zonas del bosque, se dieron escurrimientos peligrosos e inundaciones que afectaron algunas viviendas situadas en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga.
Hoy la amenaza apunta a asentamientos irregulares, sobre todo, en colonias de Zapopan como Arroyo Seco, Lomas de la Primavera o Paraísos del Colli, entre otras, en las que hay personas que están instaladas en lugares irregulares, lo que las pone en situación de riesgo.
“En los próximos años veremos una reducción importante de las capacidades del bosque para ofrecernos los servicios ambientales, porque la zona donde ocurrió el incendio estaba en plena recuperación, ya que fue la misma que se incendió en 2012, cuando se afectaron 8 mil hectáreas”, señala Alcocer.
Hace casi 10 años se hablaba de que el bosque tardaría en recuperarse dos décadas -hasta 2032-, hoy esa década de avance se ha perdido y la recuperación del bosque podría prolongarse hasta 2042.
Esto, a decir de Alcocer, genera incertidumbre sobre el tiempo y la manera en que se recuperará el área afectada, pero “el impacto más grave es que estamos quemando sobre quemado. Es una situación inédita”.
Según imágenes del 7 de abril, detectadas por el Satélite Sentinel 2, la superficie afectada directamente por el fuego es de 5 mil 200 hectáreas, mientras que la superficie afectada por los puntos de calor es de 7 mil 200 hectáreas, detectadas por las herramientas FIRMS y Copernicus de la NASA y la Unión Europea.
ZONA INTACTA POR 30 AÑOS, LA AFECTADA
La agrupación Anillo Primavera en una publicación del pasado 16 de abril dio a conocer, pruebas en mano, que “La zona afectada por el incendio en el bosque La Primavera del 13 de abril estaba en excelente estado de conservación, corresponde a uno de los pocos resquicios en donde el fuego no había llegado últimos 30 años”.
Destaca en el documento que “el patrimonio ambiental de la zona de era invaluable, en esa zona del bosque hemos registrado en los últimos 3 años, 10 avistamientos de distintos ejemplares de Puma. Incluyendo en hembras embarazadas; una zona de crianza y reproducción”.
Y resalta: “Estos incendios están sucediendo en gran medida por negligencia de parte de los responsables de la gestión del bosque y de nuestro territorio. A pesar de los grandes riesgos han sido omisos en los importantes retos que requiere la gestión del bosque y sus zonas aledañas.
Hizo un llamado entonces a que “esta situación es ya insostenible, se requiere un cambio de fondo en la gestión y en la forma en que nos relacionamos con nuestro patrimonio ambiental. Basta ya de justificaciones y acciones reactivas, se requieren cambios de fondo; acciones coordinadas, efectivas, concretas, visibles, de largo plazo” y hasta ahora ha recabado 36 mil firmas exigiendo justo esos cambios de fondo.
Las universidades privadas como el ITESO, la Univa, la UP campus Guadalajara, la Universidad Marista de Guadalajara y Cástulo Romero Garibay son dueños de 410 hectáreas dentro del bosque y están planteando un modelo potencializador de aprovechamiento del llamado bosque universitario que ya en 2019 sufrió un incendio, en el que se pueda generar un modelo diferente de conservación a partir de la generación de conocimiento, educación ambiental y la integración de las comunidades cercanas para impulsar un trabajo en comunidad y la conservación.
“Hasta el momento, en el bosque La Primavera no se ha implementado un modelo de este tipo y tampoco se ha implementado en ninguna área natural protegida en nuestro país, entonces sería un modelo innovador para las áreas naturales protegidas y replicable”, indica Sandra Valdés, académica del DHDU del ITESO e integrante de Anillo Primavera.
Sandra Valdés detalla que "Las autoridades piensan que su trabajo termina cuando se apaga el incendio, pero en realidad el trabajo empieza apagando el incendio porque a partir de ahí es que se tiene que hacer un proyecto de restauración de suelos y un proyecto de restauración del ecosistema. Las consecuencias son palpables: en las zonas incendiadas se pierde suelo y cuando no tenemos el suelo, a la hora que viene la lluvia se pierde la capacidad de absorción del suelo y entonces esta agua va a correr y va a suceder lo que pasó en 2019, por ejemplo, con la zona del Boulevard Bosques de Santa Anita, que se venían los escurrimientos de lluvia fuertísimos, de agua y lodo, que afectaron a viviendas y zonas habitacionales vinculadas al bosque”, explica.
Por si no te enteraste ⇨ Ya fue extinguido el incendio en el paraje Los Volcanes
Tampoco existe un proyecto integral de prevención de incendios que incluya la organización de las actividades recreativas que se realizan al interior del bosque en todas las temporadas, y en el que se consideren las actividades que se llevan a cabo alrededor del bosque y en la ciudad que impactan directamente en el polígono inmediato a La Primavera.
Para la académica, “si logramos organizar esas actividades en función de la fragilidad ambiental del bosque podríamos comenzar a pensar que estamos resguardándolo a mediano y a largo plazo, pero mientras no exista una conciliación entre estas actividades y la actividad del bosque, este va a seguir recibiendo las presiones inmobiliarias de crecimiento de la ciudad, las que se generan a partir del desarrollo de Technology Park – al norte del bosque por la carretera a Nogales -, y las que conlleva el crecimiento de los invernaderos para las berries en la zona sur”.
Esta situación impacta también no solamente en el polígono interior del bosque, sino también en los corredores biológicos que están afuera del bosque y que conectan la fauna y la flora de éste con la Barranca de Huentitán, con el lago de Chapala en la zona de Cerro Viejo y Chupinaya, y con el volcán de Tequila y toda la zona del paisaje agavero.
Valdés explica que el modelo que se ha seguido para la conservación en los últimos años ha partido de plantear el aprovechamiento de las áreas naturales como un principio de conservación. Pero a lo largo del tiempo se ha demostrado que con este criterio no se ha logrado conservar lo suficiente las áreas naturales y tiene al planeta en la condición ambiental tan preocupante que vivimos actualmente.
¿CÓMO PODEMOS CONTRIBUIR AL CUIDADO DEL BOSQUE?
Los académicos coinciden en que deben de fortalecerse las líneas de conocimiento e información hacia la sociedad para sensibilizarla de la situación del bosque en general y no solo cuando ocurren siniestros como los recientes.
“Ante la pregunta ‘¿qué puedo hacer yo por el bosque?’, que nos ha costado mucho trabajo responder, desde el PAP Anillo Primavera estamos planteando un proyecto que se llama microbosques comunitarios, es decir, tú en tu comunidad, en tu fraccionamiento, incluso en el patio de tu casa, en tu escuela, puedes plantar un microbosque, que es de alguna forma una réplica de algunas especies nativas del bosque con el fin de apoyar a las especies polinizadoras y aves, así como para la reproducción de las mismas especies del bosque”, dice Alcocer.
Conoce más...
Los Grandes Incendios de la Primavera
- 1998: 2 mil hectáreas quemadas
- 2005: 12 mil hectáreas quemadas
- 2012: 8 mil200 hectáreas quemadas
- 2021: Entre 4 mil 500 y 6 mil 500 hectáreas quemadas.