Ni la espera bajo los rayos del sol, ni las mantas en donde hacía reclamos al presidente, ni las porras de sus seguidores fueron escuchadas por el jefe del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador en su visita a Jalisco para inaugurar oficialmente la Línea 3 del Tren Ligero, ya que su arribo fue por una de las puertas traseras y que daban directo a los talleres en los límites de Tonalá y Tlaquepaque.
Desde muy temprano, el operativo de seguridad conformado por elementos de la Guardia Nacional destacamentados en Jalisco, de la policía estatal, municipales, viales y escoltas de diversos funcionarios se apostaron a lo largo de varias calles, las cuales fueron bloqueadas con vallas metálicas y nadie que no estuviera en las listas de invitados o acreditados podía traspasarlas.
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Así conforme la temperatura aumentaba, el calor humano también subía un poco de ánimo con las prisas de acomodar los últimos detalles de la seguridad, camionetas iban y venían, lo mismo motos, gente a pie, todo debía estar sincronizado, pero más de uno no desaprovechó los puestos de tacos para tomar energías, ya que la espera sería de al menos tres horas y de pie.
Así grupos de simpatizantes llegaron hasta los límites de las vallas metálicas para expresarle su apoyo al mandatario y decirle "López Obrador no estás solo", "Jalisco siempre con AMLO, siempre contigo", "La Cuarta Transformación" y "todo México con AMLO", se quedaron ondeando pero no llegaron a su destinatario.
Otra de la manifestaciones fue la de los familiares de personas desaparecidas, quienes con paso seguro y lento llegaron al punto de reunión para mostrar su angustia al no saber nada de sus parientes y de que las investigaciones avanzan lento o de plano están detenidas.
También ellos caminaron de manera incansable en esta lucha y siempre acompañados con mantas con las imágenes de sus familiares no localizados, con la esperanza de si alguien los ha visto les informe.
"Estamos para exigirle al Gobierno para que nos hagan caso y salga la orden de aprehensión en contra de los policías municipales de Ocotlán, quienes se llevaron a mis cuatro hermanos y exigimos que salga la resolución y en agosto se venció el plazo, sólo nos tienen dando vueltas y vueltas", pese a que se tienen las pruebas de culpa e identificados a los autores de la desaparición, señaló una de las familiares de las víctimas.
Señalaron que iban hasta ese lugar para ver si el presidente y el mandatario jalisciense les hacían caso ya que fue el propio gobierno el que desapareció a sus hermanos, pero ellos contaban con todas las pruebas.
Así al grito de ni uno más, los familiares de José de Jesús, Tonatiuh, Lucero y Ernesto, caminaron hasta donde el operativo de seguridad presidencial se los permitió y el mensaje de "señor presidente usted es gente, usted es pueblo, lo necesitamos", mensajes que seguramente no llegaron al destinatario.
A ellos se sumó la manifestación de familiares de ex braceros, quienes buscaban exigirle al presidente López Obrador que no desapareciera el fideicomiso que se conformó con los recursos que enviaron sus padres, abuelos o tíos hace más de 50 años y que nunca fueron entregados a ellos, además de que los 38 mil pesos que se distribuyeron entre cada uno de los ex braceros no les llegó a todos.
La señora Emma Rodríguez, hija de ex bracero señaló que "pedimos no se cancele el fideicomiso, que se les pague el 10% del ahorro campesino que desde hace 70 años los gobiernos le robaron a los ex braceros, el presidente López Obrador prometió ayudarnos y queremos que nos cumpla, ya no queremos promesas, los 38 mil a unas cuantas personas, pero eso es una migaja para tanta humillación que pasaron".
Casi la totalidad de los ex braceros han fallecido pero todos tienen familiares, viudas, hijos y necesitan los recursos ya que viven en extrema pobreza, por eso le exigen al presidente que "saque los recursos de donde pueda, como lo hace para tanta obra y situación que ha hecho".
Otros que se quedaron con las ganas de tener un lugar en este histórico día para la movilidad de la ciudad fueron el diputado Óscar Herrera, quien buscaba hacer un reclamo por la falta de recursos para sanear el Río Santiago, y el otro que a pesar de ir según con invitación hecha por la Presidencia de la República, fue Antonio Pérez Garibay, papá del corredor de autos de carreras "Checo" Pérez, quien al no estar en la lista de invitados autorizada lo regresaron y prácticamente lo sacaron del evento.