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Los miles de empleos perdidos en Jalisco a causa de la pandemia ya se reflejan en la informalidad y el comercio ambulante está cada vez más presente en las calles.
Datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) refieren que de marzo a junio se perdieron 95 mil 331 empleos en el estado y aunque en agosto se recuperaron 15 mil 861, la cifra de desempleo sigue elevada y a esos datos, se suman los jóvenes que, por su edad, entran al grupo de personas económicamente activas.
“En junio (a nivel nacional) se incorporaron al mercado laboran 5.7 millones de personas, es decir, por la edad, esos son los jóvenes que están pasando a ser personas económicamente activas y todas estas personas no necesariamente se van al empleo formal, de ahí es que 3 millones de personas pudiesen haber ido a la informalidad al no generarse oportunidades en el mercado laboral formal”, indicó Carlos Villaseñor Franco, presidente de Coparmex Jalisco.
Esa situación preocupa al sector empresarial, pero también a las autoridades municipales, pues cada vez reciben más solicitudes de personas que buscan un espacio en tianguis o detectan a quienes simplemente se instalan, a veces en espacios públicos o afuera de sus propias viviendas, para vender desde comida, hasta productos nuevos o usados.
“La gente lo que quiere es estar percibiendo ingresos, porque hay una desestabilización económica general y necesita salir de su casa, trabajar y regresar con dinero, algunos quieren recuperar sus negocios originales y otros han encontrado en el tianguis una nueva forma de tener ingresos”, indicó Jaime Cerda Hernández, director de Tianguis y Comercio en Espacios Abiertos en Zapopan.
Solo en Zapopan operan 72 tianguis por semana y hay alrededor de 15 mil puestos, un 25% de ellos en los primeros meses de la pandemia se consideraron no esenciales y tuvieron restricciones para su instalación, pero los espacios fueron ocupados por otros comerciantes que, al perder su empleo, buscaron sumarse a la economía informal.
Chécalo:
“En tianguis, así como quitamos algunos giros porque no eran esenciales, también en su momento aumentó por gente que venía a vender, era gente que no vendía en un tianguis, pero vendía en alguna fonda o tenía una tienda de abarrotes y tuvieron que cerrar el negocio por la falta de clientes y migraron al espacio abierto o al tianguis”.
De ese 25% que ocupó espacios en tianguis en Zapopan, al permitir que también los comerciantes no esenciales volvieran a sus puestos, una quinta parte todavía siguen esperando “rol” para instalarse en espacios que no son ocupados por comerciantes empadronados.
Una situación similar vive San Pedro Tlaquepaque, donde los comerciantes considerados no esenciales todavía descansan dos veces al mes “para dejar respirar un poco los tianguis”, alcanzando un metro de separación entre un puesto y otro, pero han detectado que hay personas vendiendo en vía pública y “cuando vemos que no incumplen en zonas restringidas, en avenidas o espacios que generen un posible problema, hemos tratado de ser muy responsables”, indicó Juan Martín Núñez Morán, director de Inspección de Mercados, Tianguis y Espacios Abiertos.
En San Pedro Tlaquepaque hay 65 tianguis por semana y alrededor del 30% de los puestos aún son no esenciales y cada vez reciben más solicitudes de cambio de giro temporal por parte de comerciantes que buscan seguir trabajando y optan por vender alimentos o algún producto de primera necesidad.
Sin embargo, donde encontraron una situación más compleja es en Tlajomulco de Zúñiga, pues han detectado alrededor de 500 puestos que buscan sumarse a los tianguis, sin estar empadronados, principalmente en La Noria, Chulavista, Santa Fe, El Rey León y Abedules.
Chécalo:
“A partir de la pandemia mucha gente que se quedó sin empleó buscó algún ingreso y eso se ha generado, no solo en tianguis, pues también en la vía pública hemos identificado colocación de puestos ambulantes”, informó Oscar Zaragoza, director de Inspección, Vigilancia y Responsabilidad Social en Tlajomulco de Zúñiga.
Las zonas donde hay mayor ambulantaje en vialidades son Bosques de Santa Anita, Nueva Galicia, en la zona Valle, por avenida Concepción y Adolf Horn, en el corredor Chapala, así como en el ingreso a Cajititlán y constantemente reciben reportes por parte de los comerciantes en padrón, obligando a solicitar a las personas que se retiren y han decomisado mercancía, mesas, bancos o sillas.
De acuerdo con un estudio elaborado por la Cámara de Comercio de Guadalajara en junio pasado, en los municipios de Guadalajara, Zapopan, Tonalá y San Pedro Tlaquepaque hay más de 97 mil puestos distribuidos en 346 tianguis que se instalan semanalmente, pero la cifra se acerca a los 100 mil puestos sumando los “colgados”, es decir, quienes no están dentro de padrón.
En esos tianguis laboran alrededor de 370 mil personas, entre propietarios, ayudantes y familiares, que son personas en su mayoría sin seguridad social, laborando principalmente en Guadalajara, donde hay más tianguis y puestos en todo el estado, pero a decir de autoridades municipales consultadas por este medio, no han detectado incremento en el comercio informal, como en el resto de municipios metropolitanos.
“Hay que trabajar en temas de productividad y tratar de disminuir la informalidad, solo así vamos a poder disminuir la brecha de desigualdad social, con oportunidades de trabajo y acceso a la seguridad social, a atención médica, a educación, que son cosas que van de la mano con un empleo formal, porque en la informalidad no tenemos esa capacidad”, agregó el presidente de Coparmex Jalisco.
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