El estado de Jalisco es el segundo mayor generador de residuos electrónicos y eléctricos en el país, con 82 mil 70 toneladas, superado únicamente por la Ciudad de México, donde desechan 117 mil 550 toneladas, de un total de un millón 103 mil 570 toneladas que al año se generan en todo México.
“Este tipo de residuos se generan a lo largo de todo el país y uno de los problemas a los que nos enfrentamos es a la dificultad que se tiene para atender la trazabilidad de este tipo de residuos, dado que nuestro país tiene un territorio bastante extenso”, dijo Ricardo Ortiz Conde, director general de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas de la Semarnat.
Los residuos electrónicos son aparatos que dejaron de funcionar o que aún funcionando fueron desechados y que tienen entre sus componentes algunos tóxicos, considerados peligrosos, por lo que no deben tirarse a la basura tradicional.
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Esto, porque contienen metales como mercurio, cadmio, cromo, plomo o algunos químicos contaminantes, así como material potencialmente económico, como hierro, cobre, aluminio y en algunos casos incluso metales preciosos, como oro, plata o paladio y se estima que para el 2021 México generará un millón 211 mil 580 toneladas de residuos electrónicos y eléctricos.
“Eso nos puede dar una idea de la problemática relacionada con los compuestos peligrosos que estos residuos tienen al interior de sus componentes y al gran reto que representa poder minimizar los impactos que estos residuos peligrosos que están dentro de estos aparatos puedan tener en la población”.
Expuso además que de la generación total de residuos electrónicos, 458 mil toneladas corresponden en su mayoría a televisores, pantallas de cristal líquido y plasma, seguido de monitores con tubos de rayos catódicos, computadoras de escritorio y portátiles, aparatos de grabación y reproducción de sonido, así como teléfonos fijos y celulares, y por la actividad de trabajo y estudio en casa debido a la contingencia, creció la venta de computadoras y dispositivos móviles para poder conectarse, lo que impactará aún más en la generación de residuos electrónicos y eléctricos.
