En el país fallecen cerca de ocho mil personas por cáncer de pulmón, primera causa de muerte; asimismo, se estima que 80% de los casos la causa es por el hábito de fumar y la gran mayoría es por el consumo excesivo de cigarros.
Sin embargo, puede haber otras causas asociadas como la exposición al humo de leña, contacto con sustancias como radón o asbesto y vivir en una zona con alta contaminación del aire.
La oncóloga Isabel Rivas indicó que “existen distintos factores que incrementan las probabilidades de padecerlo y aunque algunos de ellos no se pueden modificar, como la edad o antecedentes familiares, existen otros que sí”.
Al referirse el humo de leña, mencionó que, en su gran mayoría, son mujeres que tienen contacto con este humo desde la infancia. “Debido a que son quienes cocinan, el 37% de los casos se producen por este factor y por lo general son mujeres jóvenes de 40 años”,
Chécalo:
De acuerdo a datos nacionales millones de personas mueren al año de manera prematura, por enfermedades atribuidas a la contaminación del aire causada por el uso de combustibles sólidos no eficientes para cocinar.
Con relación al contacto con sustancias, explicó que el radón es un gas radioactivo inoloro e incoloro, que existe en el suelo o en las rocas de forma natural, pero se produce por la desintegración del uranio. En el aire libre se diluye rápidamente y no representa mayor problema, pero en minas o plantas de tratamiento de agua se registran altos niveles.
En las viviendas también pueden existir, pero se reducen ventilando la casa, sellando el piso o las paredes e instalando un sistema de extracción.
La Dra. Rivas comentó que los principales síntomas del cáncer de pulmón son: dificultad para respirar, tos constante, y dolor o silbido en el pecho, por lo que recomienda acudir al médico en cuanto comiencen las señales, ya que por lo general se confunden con otros padecimientos y cuando se detecta el cáncer, ya está muy avanzado.
Lo ideal, dijo es, brindar al especialista toda la información y sintomatología posible para que pueda realizar a tiempo los estudios correspondientes.
En caso de ser vulnerable a alguno de estos factores de riesgo, es importante contemplar estudios de rutina como parte de las acciones preventivas. También se recomienda mantener una alimentación saludable y equilibrada, realizar actividad física por lo menos 30 minutos diarios, así como evitar el tabaco, la exposición al humo de leña o sustancias nocivas para la salud en la medida de lo posible.