La música y la ciencia han estado conectadas a lo largo de los tiempos, mientras la primera, en su definición más básica, se trata del sonido organizado, la segunda se enfoca a organizar el conocimiento.
Como parte de la 34 Feria Internacional del Libro en Guadalajara (FIL) 2020, en la conferencia "El ritmo de los números", la matemática Claudia Hernández, y el físico Sergio de Régules, hablaron sobre la relación entre la ciencia y el arte de la música, y las características entrelazadas que durante los años los humanos han tomado para adentrarse tanto a una como la otra.
Durante su participación Sergio de Régules manifestó que tanto en la música como en la ciencia se hace una observación de sonidos y elementos de la naturaleza, respectivamente, para relacionarlos con otros tantos más y así ver qué más se puede crear.
"La construcción de una pieza musical y en general de una obra artística se asemeja a la construcción de una teoría científica, en que ambas son estructuras en las que se seleccionan elementos y se componen, se ponen en relación unos con otros, desechando cierto número de cosas, y el resultado produce ciertos efectos o no los produce".
Explicó que mientras en la ciencia, teorías científicas o conocimiento de refrito no es material para revistas de divulgación -lo que orilla a que se investigue más-, con la música ocurre algo similar respecto a las creaciones contemporáneas.
Dijo que si bien los clásicos seguirán siendo eso, hoy en día quien hace música experimenta y busca más allá a fin de crear algo nuevo, en el entendido de que no todo cierto tipo de música o composiciones tienen que ser bellas, agradables para el oído o con determinado significado.
"Hay composición fundamental que busca nuevas posibilidades expresivas del arte de los sonidos, y también la composición aplicada. Hoy podría decirles que quizá la música popular es más bien una música aplicada, que al igual que la ciencia, no quiere decir que una sea mejor que la otra. Los objetivos son distintos. La música fundamental es explorar, es lo que se puede hacer con sonidos, en la música aplicada es usar esos experimentos, lo que haya funcionado en el pasado, para dar placer estético musical a público más diverso".
Por su parte, Claudia Hernández habló de las Matemáticas y su relación con la música, cuyo estudio data desde los griegos con Pitágoras, y cómo es que ambas se dedican a la ciencia de los patrones.
"Ambas disciplinas están tratando de describir en papel patrones que solo existen en la mente, porque cuando tratan de sacar una nota de un instrumento, se va a escuchar distinto que esa misma nota en otro instrumento. Un matemático ve una página de símbolos matemáticos no nada más los símbolos, ve algo más, lo mismo que el músico cuando ve las notas de una partitura".