La situación estructural en el edificio donde se ubica el hotel One del centro tapatío, recientemente desalojado junto a más de veinte negocios por riesgo de colapso, encendió las alarmas en la Catedral de Guadalajara, sin embargo, descartan riesgo.

“No hemos recibido ningún reporte en el sentido de que haya algún especial peligro, sé que se colocaron sensores en el edificio de Catedral y se lleva un monitoreo permanente y hasta ahora no se ha detectado que haya algún riesgo, un peligro, sino ya nos hubieran dicho y pedido que tuviéramos precaución de no convocar a la gente”, dijo el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega.

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Esto, porque la Catedral tapatía se ubica a unos metros del inmueble dañado y que está apuntalado, justo frente a la Plaza de Armas, en el corazón de la ciudad.

Además, en la estación Catedral de la Línea 3 del Tren Ligero, también a unos metros del templo, las autoridades municipales anunciaron su intención de suspender temporalmente la circulación de pasajeros, para poder supervisar las condiciones en que se encuentra.

Robles Ortega recordó que el templo de San Francisco, también ubicado en el centro de Guadalajara, se mantiene cerrado debido a daños estructurales durante la construcción de la Línea 3, que por esa zona corre de manera subterránea.