A pesar de que este año la mesa de salud determinó que los panteones de la ciudad sí podrán abrir por motivo del Día de la Madre, este domingo previo a la celebración los camposanto lucieron no tan concurridos como en otros años.
Si bien se espera que el mero 10 de mayo el panorama cambie, tanto trabajadores de los cementerios municipales, como mismos visitantes, refieren que en otras ocasiones desde días antes la afluencia comenzaba a incrementar, sobre todo por aquellos que deseaban evitar el lugar lleno el día del festejo.
"Creo que es el miedo también a salir o que no supieron muchos que ya están abiertos. El año pasado ya ves que no se pudo y muchos se quedaron con las ganas de visitar a sus seres queridos, creo que a lo mejor mañana se pone más lleno", refirió Claudia Méndez, quien con flores en mano se dirigía al panteón de Mezquitán.
Chécalo:
"Ya hacía falta. Ahorita que todo está abierto está bien que las autoridades abrieran este año los panteones, ya nada más con las medidas y no debería haber problema para venir aunque sea un ratito a dejar la flor", consideró por su parte don Rogelio.
A decir de autoridades estatales, la apertura de cementerios está condicionada a la aplicación rigurosa de protocolos sanitarios, en aras de evitar aglomeraciones y por ende riesgos de contagio por Covid-19, por ello, este domingo, al menos en los de Guadalajara, no faltaron los filtros básicos para el ingreso de visitantes; desde la colocación del gel antibacterial, hasta la toma de temperatura.
De acuerdo a las medidas establecidas por la mesa de salud, los panteones de la ciudad podrán operar de manera normal, no obstante, los visitantes deberán utilizar todo el tiempo cubrebocas y mantener la sana distancia.
Además, está prohibido la música en vivo, los grupos que ingresen no deberán ser mayores a cinco personas, y la estancia máxima en el lugar será de una hora.