En tiempos de Covid-19 y muerte, la despedida ya no solo es fugaz, sino también retardada. Los 40 y hasta 180 muertos por día en Jalisco, a causa de Sars-CoV-2, han rebasado los ocho crematorios que existen en todo el Estado para 591 funerarias.
Los retrasos se dan principalmente en la capital del Estado y el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG). Guadalajara tiene dos crematorios, Zapopan otros dos y Tlaquepaque, para cinco en total.
El resto, tres más, están en municipios fuera de la AMG como son la Barca, Ocotlán y Autlán de Navarro. En los otros 119 municipios es una verdadera tradición sepultar a sus familiares fallecidos.
Depende de la funeraria, es la rapidez del servicio. Las de mayor costo y las más comerciales prometen los servicios a sus clientes que previamente les compraron paquetes dobles o triples, que tendrán las cenizas en 24 horas.
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La mayoría de estas funerarias tienen convenios con los crematorios del panteón funeral Colonias o de Recinto de la Paz.
Pedro, con un promedio diario de dos salarios mínimos, explicó que su familiar falleció el 3 de enero del año en curso a causa de Covid-19, contrató una funeraria donde le hicieron firmar un pagaré, ya que dio una parte del dinero en efectivo y quedó a deber el resto.
En un principio le comentaron que el 28 de enero del año en curso les habrían de entregar las cenizas.
Pero luego, la crisis empeoró. Aumentaron los decesos y entonces le cambiaron la fecha, fijando el 4 de febrero del 2021 como el día en que le entregarían las cenizas dentro de un nicho.
Justo mientras se daba la entrevista recibió otra llamada desde la funeraria, le informaron que ahora sería el 25 de enero.
Otras personas viven momentos complicados, les hablan de cuatro días, una semana y hasta un máximo de 21 días, hoy, hasta eso ha impactado dolorosamente el Covid-19, nos ha evitado despedirnos de ellos, velarlos, acompañarlos en una misa y ahora hasta darles rápidamente un digno espacio para, quienes creen, un eterno descanso.