Desde marzo pasado, la contingencia sanitaria impuesta por la pandemia de Covid-19 ha llevado a muchas personas a adoptar un nuevo estilo de vida: transformaron sus hogares, el lugar donde habitualmente se relajan, en oficina.
Este cambio supone un riesgo específico para quienes suelen buscar refugio en su trabajo ante las dificultades, haciendo a un lado tanto su tiempo libre, como los momentos para disfrutar de sus seres queridos. Las personas adictas al trabajo (workaholics) están expuestas en la nueva normalidad a una rutina extenuante.
“Trabajar más no necesariamente significa trabajar mejor, por lo que el primer paso para alcanzar una dinámica laboral saludable es la planeación. Es necesario establecer horarios para trabajar, pero también para comer, realizar alguna actividad física, ver una serie e interactuar con la familia”, comenta Albeth Rubio.
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Antes de que el teletrabajo se convirtiera en una medida de precaución contra la pandemia, el 45% de los mexicanos entre 30 y 48 años ya se consideraban adictos al trabajo: empleados que laboran más horas de las establecidas, atienden correos o llamadas en sus días de descanso y no logran encontrar un equilibro entre el trabajo y la vida personal debido a la culpa que sienten cuando interrumpen sus actividades.
“Es importante que todo colaborador que haya perdido el equilibrio entre su vida personal y laboral se pregunte por qué necesita refugiarse en el trabajo. La pandemia nos ha proporcionado el espacio necesario para reflexionar y evaluar cuáles son los cambios que podemos hacer para tener una vida más plena: hay que aprovecharlo”, asegura Susana Meana, Consultora Empresarial en Liderazgo con Inteligencia Emocional.
Para mantener una claridad sobre la productividad y evitar que un empleado tenga que lidiar con altos niveles de agotamiento, ansiedad y estrés, los especialistas que forman parte del Programa de Asistencia a Empleados (PAE) de AT&T en México, recomiendan: establecer prioridades en tu lista de pendientes, desconectarse en sus tiempos libres y si es necesario que realices una actividad urgente, planifica cuánto tiempo le dedicabas antes de tomar un merecido descanso.
Comparte las fechas de tus vacaciones con tu jefe, compañeros, proveedores y clientes con suficiente anticipación, así como la fecha en la que retomarán actividades, no temas explorar nuevos pasatiempos y proyectos que te den un propósito fuera de tu rutina laboral.
Escucha a tu cuerpo: esa es la clave para detectar cualquier cambio físico o emocional que debas atender de inmediato.
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