A pesar de que en un gran número de puestos se pueden encontrar señaléticas o anuncios que piden a la ciudadanía usar el cubrebocas, es menor el número de locatarios en El Baratillo que pone el ejemplo y acata sus propias recomendaciones.
Existe un compromiso de parte de comerciantes por implementar y acatar las medidas de sanidad de cara a la pandemia para poder operar, sin embargo, este domingo nuevamente se observó cómo todavía muchos hacen caso omiso a recomendaciones básicas como el correcto uso del cubrebocas.
De todos giros por igual, parte de la dinámica que se desarrolla en las calles que conforman El Baratillo muestran cómo, desde los que venden ropa, comida o artículos varios, dejan de lado el cubrebocas o solo lo traen de adorno en el cuello. Además, tampoco procuran que los clientes respeten la sana distancia y son pocos los puestos que tienen gel antibacterial a la vista.
Chécalo:
Por si esto no fuera poco, la afluencia de visitantes tampoco ha disminuido, a pesar de que siguen vigentes las recomendaciones de quedarse en casa y que solo un integrante por familia realice las compras.
Por ello, familias enteras, adultos mayores o jóvenes circulan entre los pasillos, generando aglomeraciones y muchos de ellos sin portar el cubrebocas correctamente.
De acuerdo a autoridades municipales de Guadalajara en total se instalaron alrededor de 20 filtros sanitarios, para regular el flujo de personas y suscitar un ambiente más seguro, sin embargo, para las 2 de la tarde no se vio a personal tomando la temperatura en la totalidad de los mismos, y en otros solo había alguien con cubrebocas en la mano o gel antibacterial, pero tampoco sin ofrecerlos a paseantes del lugar.
Hay "entradas y salidas" en ciertos puntos del tianguis, con vallas que indican por dónde debe circular la ciudadanía, no obstante, nadie respeta los sentidos, y el poco personal municipal que se encuentra vigilando, tampoco hace mucho por hacer que esto se cumpla.
De cara a la reactivación económica paulatina, este domingo el tianguis de Polanco también se instaló con cinco filtros de seguridad, mientras que el de Rancho Nuevo no tuvo permitido su operación.