Combatiente forestal, una profesión de riesgo y vocación

El brigadista, José Luis González Gutiérrez habla de su experiencia en el servicio a la comunidad

Elizabeth Ríos | El Occidental

  · domingo 11 de julio de 2021

Habló de sus múltiples hazañas y experiencias. Foto: Elizabeth Ríos | El Occidental

Ser combatiente de incendios forestales es una profesión de alto riesgo a la que no todos le entran, sin embargo, para aquellos que, con tal de ayudar, arriesgan su vida, es una experiencia de adrenalina pero sobre todo de mucha vocación.

En el marco del Día Nacional del Combatiente de Incendios Forestales, que se conmemora este 11 de julio, José Luis González Gutiérrez, que es brigadista de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en Jalisco, habla desde la experiencia de más de 30 años de servicio a la comunidad.

"Yo inicié y me gusta mucho ser combatiente, desde chico anduve con unos primos que eran combatientes y me gustó mucho esta labor. Yo tengo 32 años de experiencia, entré en el 89, y he sido combatiente desde entonces, y tengo como seis o siete años de jefe de brigada. Es muy peligroso enfrentarse al fuego, pero con la experiencia que ya tiene uno me da mucha adrenalina andar en los incendios y pues es mi pasión".

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González Gutiérrez es jefe de la brigada Delta 1 en Jalisco. Es esposo y padre de una hija que no pierde la oportunidad de expresarle lo orgullosa que está de él, sin embargo, con ello también viene la preocupación porque cada que sale a un incendio su familia teme por él, conscientes de que de un momento a otro todo puede cambiar.

"Siempre se quedan con el pendiente porque uno no sabe si regresa o no, pero le damos toda la experiencia que tiene uno en los incendios y bendito Dios pues siempre hemos estado hasta ahorita bien. El riesgo que enfrentamos en los incendios puede ser en la topografía que es según como esté el terreno, un arroyo, barrancas, incluso cuando nos ha perseguido el incendio, que el mismo humo no te deja ver y no sabes para dónde arrancar. O sea, son muchos peligros".

En su haber tiene muchísimas hazañas y experiencias, sin embargo, de los eventos que más recuerda es cuando estuvieron a punto de quedarse atrapados en un incendio que atendieron, hace ya tiempo, en el cerro San Miguel en Talpa.

"Se nos habló para atajar el incendio desde un arroyo, entonces íbamos trabajándole y un foco secundario (apareció), que no lo vimos, ya cuando empezó a gritar la gente que nos saliéramos, ya el incendio iba detrás de nosotros y cuando salimos del incendio, en segundos, nos pasó por arriba, pero bendito Dios no pasó nada".

En 2018 perdió a un compañero, en un mordaz incendio que se registró en Ahuisculco, Navajas -en Jalisco-, y como esta, otras tragedias más son a las que se tienen que enfrentar nada más comienza la temporada de estiaje.

Aun y con todos los riesgos, José Luis refiere lo bonito de trabajar en esto pues, contrario a lo que se podría pensar, nada más concluye la temporada de incendios comienzan con otras labores para la prevención de los mismos, en un afán de mantener a salvo las áreas verdes de la entidad.

"Nosotros estamos trabajando las 24 horas para el servicio de los incendios. Hacemos prevención en línea negra, limpieza de líneas, mucho lo que es la prevención lo hacemos. Trabajamos todo el año, ahorita ya empieza la reforestación, y acabando con la reforestación empezamos con lo que es la prevención de los incendios".