Lamentablemente se recrudeció la problemática de las adicciones con la pandemia por Covid-19.
Esta pandemia metió a las personas a su casa, " hay una situación lamentable, que las familias no estaban acostumbradas a convivir", señaló en entrevista con El Occidental, Pedro Briones Casillas, Secretario Técnico del Consejo Estatal contra las Adicciones (CECAJ). No se tiene una pedagogía de las emociones ni pedagogía de los cuidados.
Uno de los motivos por los cuales una persona llega al consumo de una sustancia es porque quiere calmar la ansiedad, el estrés, su tristeza o soledad.
"Al no poder identificar adecuadamente esas emociones, al desconocerse, ¿qué sucede? se salen de control y hay que lidiar con la tristeza, el dolor y el enojo, la angustia, el descontento", subrayó Briones.
Por ello ha aumentado la situación de estrés, la ansiedad, la neurosis, la violencia, los abusos sexuales.
Sin embargo, aseveró, el experto en adicciones que " estos patrones de conducta ya estaban ahí, sólo hacía falta que algo los sacara a la luz y esta pandemia hizo que salieran a la luz todos los problemas emocionales y mentales que tienen los seres humanos por naturaleza".
Al no poder manejar el enojo, una crisis emocional provocada por no saber convivir con tu familia, "aunado a que hay una descomposición del tejido social, los padres no saben cómo hablar con sus hijos, los hijos no saben cómo hablar con sus padres, hay un grave problema de comunicación".
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Antes de la pandemia el hijo se iba a la escuela, los padres a trabajar, cada quien tenía sus círculos de amigos, sus espacios de convivencia y en el momento en que estaban juntos, probablemente no conviven, ya que con la tecnología el hijo e hija estaba metido en la computadora, televisión o teléfono y el papá y la mamá igual y no había comunicación y sí la había poca, no era estrecha, afectuosa y de calidad, expresiva, expuso Briones Casillas.
¿Qué sucede cuando meten todos a sus casas?, cuestionó el titular del CECAJ, no hay escuela, guarderías, se pierde el empleo y aumenta el estrés por la vulnerabilidad y desprotección económica.
Por lo que cuando no sabes manejar la tristeza, el enojo, el desagrado, "en lo primero a lo que van a recurrir es a un alivio y este alivio culturalmente lo van a buscar no a través de la meditación, oración o relajación y ver hacia adentro que les está provocando, hay una promoción de patrones o conductas de vida a través de las redes sociales, plataformas digitales, televisión y de toda una historia familiar y por eso recurren al consumo de tabaco, alcohol y de otras sustancias legales, refirió.
Se recurre a la violencia porque "no supieron dialogar nunca mamá y papá, recurren a la violencia porque no saben cómo tratar a sus hijos, porque los encargados eran los maestros o guardería; no saben convivir en familia porque probablemente nunca estuvieron juntos tanto tiempo dentro de la casa y por eso aumenta el estrés , la angustia y la ansiedad y vienen estos estados depresivos".
Son depresivos, señaló el especialista en adicciones, porque ya no pueden salir con sus amigos, ya no pueden visitar a sus familiares, no pueden hacer ejercicio, no tienen dinero para comer, porque me falta hasta lo básico para pagar el recibo de luz, de teléfono, así como no pueden cumplir las promesas de vacaciones y pagar la renta del mes".
Todo esto vino a incrementar los problemas emocionales, aunque lamentablemente cuando hay una historia de conducta o se creció viendo que el alivio era a través del consumo de una sustancia, se recurre a ese medio.
Se ha llegado a esta pandemia a pagar alcohol a sobreprecio, a realizar largas filas por un "six" de cervezas o también al grado de distribuir alcohol industrial que derivó en numerosas muertes por intoxicación.
Los jóvenes requieren de convivir, de hacer relaciones, es parte de su desarrollo humano y lo que han hecho es hacer fiestas a escondidas, cadenas de contagio del covid-19, a llegar a situaciones delicadas de desaparición de personas producto de que sus padres desconocen donde están.