El arzobispo de Guadalajara, el cardenal José Francisco Robles Ortega lamentó el problema que se vive actualmente con el sistema de salud, ante el desabasto de medicamentos para niños con cáncer.
Durante la homilía de este domingo, en la misa de mediodía en la Catedral de Guadalajara, la autoridad eclesiástica habló sobre el panorama que se vive en el país con la pandemia por Covid-19, con las afectaciones económicas, así como el rezago en otros grandes temas que aquejan a mexicanos.
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"¿Qué más vemos en nuestro país? Vemos un sistema de salud con pocos recursos. La demanda de la salud siempre ha sido grande, pero se ha tornado más grave a propósito de la pandemia que estamos viviendo, y nuestro sistema, el sistema que tenemos para responder a esa necesidad, es un sistema de salud con pocos recursos. Es dolorosísimo pensar que los niños que padecen cáncer no tengan, no puedan tener los medicamentos que exige su estado de salud".
En el tema político, agregó, se vive una democracia incompleta debido al crecimiento cada vez más notorio del resentimiento social, lo cual debería preocupar a autoridades de todos los niveles.
"Experimentamos que nuestro sistema de educación al igual que el de salud, es un sistema débil, máxime que ahora se le exige al sistema de educación estar presente en la vida de los alumnos por otros medios que nunca se habían experimentado de manera plena y total. Hay muchos niños y adolescentes que no pueden ahora participar del sistema educativo por su debilidad en esta circunstancia crítica".
Abordó también el ambiente creciente de violencia en el país, y la desconfianza de la ciudadanía hacia con las autoridades federales, estatales y municipales, y cómo los grupos del crimen organizado parece que están por encima del sistema de seguridad.
"Ante un panorama así de nuestra nación ¿qué nos toca? ¿Lamentarnos? ¿Señalar y culpar a los demás? Nos toca sacar lo mejor de los dones que hemos recibido cada una y cada uno, y en nuestro ámbito poner a trabajar esos dones al máximo (...). Lo peor que podemos hacer es tener miedo y por medio enterrar nuestros dones y no participarlos con los demás, eso es lo peor que nos puede pasar, porque la crisis que estamos viviendo no solo no se resuelve sino que se agrava cada vez más".