Este fin de semana podrían reabrir Los Otates de Andares

Canirac refiere que en Jalisco cerraron sus puertas para siempre alrededor de 4 mil 500 restaurantes

Viridiana Saavedra | El Occidental

  · jueves 11 de febrero de 2021

Foto: Aurelio Magaña | El Occidental

En el último año el gremio restaurantero ha sido uno de los más afectados, pues a causa del coronavirus enfrentaron limitaciones en aforos y en horarios, dejando por consecuencia bajas ventas, lo que ha impactado en empleos y ha provocado cierre definitivo de establecimientos.

Datos de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) refieren que en Jalisco cerraron sus puertas para siempre alrededor de 4 mil 500 restaurantes y los que siguen trabajando, todavía no se recuperan.

“Las ventas han estado sumamente mal, desde enero y lo que va de febrero y tal vez hubo un pequeño repunte el fin de semana que pasó, pero apenas del 5 o 10%, subieron al 35% o 40%”, dijo Aldo De Anda García, presidente de la Canirac en el estado.

Aunado a ello, llegan hechos violentos, como el registrado en la zona de Andares, que el lunes pasado fue escenario de una balacera al interior de Los Otates, restaurante con 71 de presencia en la ciudad y cuya sucursal ubicada en una de las zonas más exclusivas del país, resultó afectado, lo que impacta aún más al sector restaurantero.

“Lo que ocurrió en Los Otates nos afecta como gremio y como ciudadanía, porque un evento así en una zona que es considerada como una de las más seguras de Guadalajara, afecta a Los Otates, es dinero que deja de entrar y los restaurantes que están en la zona y las plazas, porque la gente con qué confianza sale a comer a los restaurantes, es algo que afecta, porque permea el miedo en la ciudadanía y de por sí ya lo complicado de la pandemia y ahora esto”, dijo el líder de los restauranteros.

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En el mismo sentido, Bernardo Padilla, director general de Los Otates, expuso que la situación es compleja y aunque tienen esperanzas de reabrir en los próximos días la sucursal de Andares, que todavía se mantiene cerrada por las investigaciones, le preocupa la reacción que tendrán sus clientes.

“Los empleados están preocupados al igual que yo por el cierre que tenemos, son ventas que estamos dejando y los gastos continúan, estamos preocupados por lo que se viene, porque después de la reapertura que hagamos va a ser una cuesta difícil por subir”.

En esa sucursal hay alrededor de 35 colaboradores, un 40% son mujeres, de distintas edades, pero casi todas jefas de familia, algunas incluso con nietos y lo mismo pasa con los empleados varones, pues la mayoría tienen hijos que mantener.

“Ellos todo el tiempo me están hablando, siempre han estado conmigo, me apoyan, con la pandemia me apoyaron muchísimo, tengo mucho que agradecerles a ellos, porque sin ellos no hubiéramos podido salir adelante y con esta situación totalmente ajena a nosotros y a ellos principalmente, me preocupa su situación, obviamente no los voy a dejar abajo, estoy con ellos, como ellos estuvieron conmigo en las buenas y en las malas”, agregó.

Respecto a los empleados heridos en la balacera del lunes pasado, informó que ya están fuera de peligro y ahora el reto además de recuperar a sus clientes, es capacitar a los colaboradores sobre cómo actuar ante una situación como la que vivieron el lunes, sin poner en riesgo su integridad o la de los clientes.


Foto: Aurelio Magaña | El Occidental