Lo que en otros años era motivo de múltiples escaparates con variados artículos decorados para la ocasión, hoy, en vista de que no habrá festejos del Grito de Independencia, debido a la pandemia por Covid-19, son menos los lugares en el centro de la ciudad que han ofrecido su mercancía.
La merma tanto en la oferta como la compra de diversos artículos patrios ha sido notoria este año, lo que ha orillado a que tanto comerciantes, como ciudadanos, cambien la dinámica con la cual más o menos buscan sobrevivir a esta temporada.
Por si no lo leíste:
Mientras los primeros optaron por vender lo mínimo y exhibirlo con la esperanza de que transeúntes se animen a comprar algo -sin dejar de vender propiamente su giro comercial-, del otro lado ya se han hecho algunos planes más austeros y privados para llevar festejos en casa, que no necesariamente implicará la compra de estos artículos.
"Solo porque estábamos de paso vi las matracas y en realidad son más para los niños que para uno (...). Sí nos ha tocado venir al centro a festejar (el Grito de Independencia) y ahí aprovechábamos que para comprar la banderita o alguna cosita así, pero como no se va a hacer hoy nos quedamos en casa", manifestó Martha Aceves.
"Las noches mexicanas pueden ser una opción, si acaso con la familia o amigos cercanos una carne, pero si lo hacemos tampoco es como que vamos a decorar, nos enfocamos más en preparar la comida y ya si alguien lleva algo o se va como para el día, ya es de cada quien", refirió Samuel Jiménez.
Desde que se regularizó a comerciantes ambulantes en la ciudad, en la administración pasada, ya era común la ausencia de los tradicionales carritos con artículos patrios en el primer cuadro del Centro Histórico, sin embargo, eso no inhibía a papelerías, mercerías y hasta jugueterías adecuarse para la temporada.
A decir de algunos de estos comerciantes las ventas han estado bajas, algo que si bien les ha repercutido no ha sido del todo catastrófico pues los artículos patrios solo eran complemento de temporada a lo que venden usualmente, algo contrario a quienes manejan carritos ambulantes con banderines, matracas, y demás accesorios.
Estos últimos refieren que además de tener que trasladarse por puntos estratégicos de la ciudad, como las inmediaciones de plazas o centros comerciales, deben enfrentarse con el hecho de la pandemia, lo cual les ha resultado en una mala combinación pues si antes ya era difícil tratar de sacar toda la mercancía ahora se ha vuelto prácticamente imposible.