A 29 años de que el mundo se viste de rosa, las mujeres detectan su cáncer de mama con la autoexploración, sin embargo, más de la mitad llega cuando ya hizo metástasis. Un panorama desolador para ellas que enfrentan su propia pandemia.
En Jalisco, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en las mujeres, un problema de salud que aumenta de forma dramática, debido al retraso en el diagnostico e inicio del tratamiento.
En territorio jalisciense cada 24 horas una mujer pierde la vida por cáncer de mama, mientras que, seis de cada diez son detectadas en etapa avanzada, en algunos casos con metástasis.
Del 2002 a la fecha más de 8 mil 100 mujeres fallecieron en su vida en lucha contra este cáncer, muchas de ellas tuvieron una detección tardía y de tratamiento y no tuvieron cuidados paliativos.
Este tumor maligno puede ser detectable en el estadio cero, llamado cáncer no invasivo, un porcentaje mínimo es identificable, sin embargo, ellas llegan a consulta de primera vez cuando el tumor esta encajado en sus células mamarias.
En México, la mayoría de las mujeres recibe un diagnóstico en etapa avanzada, y apenas cuatro de cada diez en estadio uno y dos, aun así, ya es un cáncer, que al parecer no sea propagado a los ganglios linfáticos.
Cuando ellas, se miran al espejo y hacen una autoexploración de su mama y la suave yema de sus dedos sintió una bolita escondida en uno de sus senos, podría ser indició de un tumor.
Aunque las mujeres comienzan a concientizarse sobre la importancia de realizar su autoexploración, el detectar una bolita, advierte el cirujano oncólogo Manuel Acuña ya hay una lesión cancerígena.
“La autoexploración en las manos de cualquier mujer puede detectar lesiones a partir de dos a tres centímetros en una mama, y eso pues ya es un tumor relativamente grande, no estamos hablando de una detección temprana”.
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Después de mirarse al espejo y tocar esa bolita es porque ya paso una década, de ahí la importancia de acudir de manera urgente con un especialista y exigir su derecho a solicitar estudios de su mama.
El oncólogo, subraya que la detección temprana es cuando la lesión es de punto cinco centímetros a un centímetro, en ese momento es cuando ya un especialista ginecólogo-oncólogo debe abrir el expediente y solicitar las pruebas y estudios correspondientes.
“Cuando les pide un ultrasonido mamario entre los 20 y 40 años, y una mastografía a la paciente mayor de 40 años, entonces, si la autoexploración es importante, pero no es lo más importante es hacer la conciencia de que todas las mujeres en algún momento por lo menos una vez al año acudan con un especialista para que las revise”.
Agrega: “Un tumor mamario desde que empieza a crecer microscópicamente hasta que evoluciona ya como una lesión que hasta la paciente se toca con ganglios o con metástasis en alguna otra parte pueden pasar hasta diez años”.
El especialista de tercer nivel de atención se pronuncia por la realización del diagnostico oportuno, subraya cuando la paciente “no siente nada”, explica que, la etapa clínica uno y dos es cuando el tumor es muy pequeño o no tiene ganglios; en la tres es cuando ya hay ganglio metastásico y la cuatro cuando hay lesiones en pulmón e hígado.
“Realmente la detección oportuna es cuando existe la lesión clínicamente asintomática, y probablemente es uno de los desafíos que tenemos en salud. Debemos encontrar las lesiones de manera asintomática”.
Uno de los principales problemas al que se enfrentan las mujeres en el país es la tardanza en la realización de los estudios de mastografía y ultrasonidos, aunado a que hay pocos especialistas para interpretar los resultados.
Y, en los centros de salud -atención primaria- no hay la información suficiente, lamenta el especialista “ni la experiencia para detectar que algo esta mal, y sobre todo que tengan la capacidad de decir, te refiero con un oncólogo es raro, muy raro en la consulta de todos los días”.
Las mujeres con este problema de salud mundial también cargan con su propia peregrinación, señaló el oncólogo en entrevista con El Occidental: “generalmente la paciente ya fue con uno, con otro médico, ya le dijeron una cosa u otra, termina de rebotar, termina en la consulta de oncología” para eso ya pasaron varios años.
Las entidades con mayor número de casos nuevos de cáncer de mama, son Colima, Aguascalientes, Nuevo León, Monterrey, Jalisco, Estado de México y Ciudad de México, en esta último se indica que nueve de cada diez mujeres llegan en etapas avanzadas, cuando el cáncer ya hizo metástasis.
Aunque octubre es el mes de la sensibilización del cáncer de mama, este año, aunado por motivo de la pandemia, las citas son diferidas, hay lista de espera, hay escases de mamografías o bien no hay porque están descompuestas.
Además, que debido a la pandemia por Covid-19 disminuyo la realización de estudios e incluso la atención para quienes fueron diagnosticadas con cáncer de mama sin que a la fecha tengan un seguimiento.
El cirujano oncólogo Manuel Acuña, expone que el principal problema es saber la incidencia real del cáncer de mama en México: “La organización mundial de la salud nos califica en un reporte de mortalidad muy fidedigno, sin embargo, el reporte de incidencia tenemos la calificación más baja”.
En Jalisco, en el último reporte de la Secretaria de Salud (SSJ) muestra una disminución dramática en las detecciones; en el 2018 fueron mil 236 casos nuevos; en el 2019 bajo a 742 y este año ni a la mitad llega a las registradas el año pasado.
En el mundo cada 24 horas se diagnostican cerca de cinco mil 500 nuevos casos de cáncer de mama. Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico registra más casos, México se ubica en el décimo quinto lugar de la Región de América de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud.