En Jalisco no se puede ni debe normalizar la indiferencia ante las necesidades de los menores con cáncer y lo que sucedió al iniciar la administración federal en donde se suspendieron todos los apoyos y se cerró la importación de medicamentos es “no tener madre” señaló el gobernador Enrique Alfaro Ramírez.
“A veces normalizamos la indiferencia, a veces normalizamos el cinismo, a veces normalizamos la falta de compromiso con quienes más necesitan de nuestra ayuda, lo que sucedió al inicio de este gobierno no tiene nombre porque yo puedo tener muchas diferencias políticas con el proyecto de gobierno del país pero esas son diferencias políticas, sin embargo el haber generado esa crisis en el abasto de medicamentos particularmente oncológicos para los niños, lo dije entonces y lo digo hoy, eso es no tener madre, eso que sucedió es otra cosa”, aseguró.
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Al asistir a la inauguración del tercer albergue de la asociación Nariz Roja para atender a menores con cáncer, el mandatario señaló que el pretexto de que “había mucha corrupción era la justificación para suspender los apoyos y “cortar la cadena de suministro de medicamentos, el decir que había algunas organizaciones que habían abusado de su postura, había que romper la comunicación con todas las organizaciones de la sociedad civil fue lago que le costó mucho a este país, muchísimo, costó vidas”.
Dijo que cuando se entiende la lógica de las cosas se puede dimensionar lo que se hizo en Jalisco para sostener el sistema de salud estatal y en donde influyó la voluntad de muchas personas entre empresarios y asociaciones civiles que se sumaron y con ello poder decir que Jalisco es el estado con el mejor sistema de atención integral a niñas y niños con cáncer.
Es por eso que sostuvo que hasta el último día de su mandato no dejarán de pelear por no entregar el sistema de salud al Gobierno Federal y espera que así sea con la siguiente administración, pero si ve ese riesgo desde la sociedad civil también luchará y levantará la voz para que no suceda.
Es por eso que se destacó el trabajo que se hizo entre todos para lograr estas metas, en donde cada quien “aportó su granito de arena, algunos granotes de arena, cada personaje público que levantó la voz para que sonara como lo hizo Saúl, los que, por supuesto no es mi caso, que aportaron la cabellera para causa, a nosotros se nos tuvo que ocurrir otra cosa” y cada quien desde su trinchera es parte de la historia de esta solución.