Diego Luna se puso en la piel del público para resaltar la importancia del acceso a la cultura a la ciudadanía, porque consideró que cuando un espacio escénico se cierra o “queda sola una butaca” persiste el silencio.

El histrión y activista formó parte del Séptimo Coloquio de Políticas Culturales en cuya mesa participaron la actriz y directora de escena, Aurora Cano, Antonio Martínez Velasco y el ex alcalde de la ciudad de Los Ángeles Antonio Villaraigosa y como moderador, el periodista y escritor Nicolás Alvarado.

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Con un auditorio lleno, que festejaba el buen humor que derrochaba el “charolastra”, quien le preguntó al auditorio: “¿Cuánto les costó su boleto hoy? Al escuchar que nada lanzó “¡“qué chingón tener acceso libre a estos eventos!” En su intervención, leyó un breve texto de Octavio Paz sobre su definición del arte.

Posteriormente, Luna habló de la importancia de acercar a los ciudadanos mexicanos a la cultura “yo creo que es equiparable con el discurso del periodismo hoy. La violencia no se manifiesta de la misma forma, pero si existe el mismo riesgo, cuando un periodista o una periodista es asesinado o asesinada se mata una voz, una persona, se mata un foro, un punto de encuentro, miles y miles de historias que se cuentan, con la cultura pasa lo mismo, con el arte también, el arte nos recuerda que no estamos solos, cuando se cierra un espacio, cuando se queda sola una butaca, se mueren muchas voces, muchas conciencias, muchos ojos, muchos oídos”.

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Recordó que antes de los incentivos fiscales “el estado era paternalista “nos invitaba al teatro o al cine, de hecho ahí nos mantenía guardaditos en una reflexión, todo tiene sus pros y contras si hay algo que perfeccionar en esta democracia que vivimos, entonces para perfeccionar la cultura hay que hablar de democracia, de participación ciudadana”.

Y agregó: “cuando nos sentamos en una sala como esta nos manifestamos, queremos que haya encuentros, debate, reflexión, cuando vamos al teatro y compramos un boleto festejamos su existencia, cuando vamos a un concierto festejamos la existencia de esos músicos, de esos intérpretes, cuando ignoramos y permitimos eso, que se vayan perdiendo los espacios, entonces si apelo a la labor ciudadana, a lo que nos toca de la democracia que es participar, no votar y descansar seis años a ver que sucede”.

Diego Luna refirió que uno de “los proyectos más bonitos en los que he participado es Ambulante, un festival de cine documental que arrancó en poquitas salas porque nos permitió en Cinépolis y hoy es un festival que sucede en las calles, en las plazas, en las galerías y en las escuelas y hasta en las galerías y donde menos nos proyectamos es en los cines. Este año que viene vamos a cumplir 15 años de existencia y somos producto de esa democracia adolescente que vivimos”

Y finalizó: “Nos toca a nosotros recatarnos como público, yo me subí al escenario porque primero fui público y siempre veré el mundo desde su perspectiva, donde se puede festejar la diversidad y agradecer la particularidad de las voces que el escenario trae”.