Un complejo proceso de construcción colectiva, así fue definido el camino para llegar a la Red Universitaria, que 25 años después es considerada una gran obra y un ejemplo de crecimiento para cualquier universidad. Notables universitarios recordaron las peripecias que sortearon, transformaron y modernizaron a la UdeG.
Hoy reconocen la aportación y el liderazgo comprometido del entonces Rector de esta Casa de Estudio, licenciado Raúl Padilla López.
“El origen de la Red. La reforma de la Universidad de Guadalajara, 30 años después”, fue el tema a tratar en el marco de las Jornadas de Reflexión por los 25 años de la Red Universitaria.
La charla, que tuvo lugar este 31 de octubre en el Paraninfo Enrique Díaz de León, reconstruyó el proceso de discusión y aprobación de la reforma universitaria entre 1989 y 1994, desde la perspectiva de quienes en su momento integraron la Comisión Especial para el Análisis y Discusión de la Reforma Universitaria, desde donde se gestó el concepto de la Red Universitaria.
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La doctora Rosa Alicia Rojas Paredes, coordinadora de la Cátedra Unesco de Género, Liderazgo y Equidad, con sede en la UdeG, recordó que a finales de los 80, en plena etapa de transformaciones en lo nacional e internacional, la UdeG no debía quedarse atrás.
“En Jalisco había la necesidad de cambio de imagen de la UdeG, que no era una institución prestigiada, sino que tenía críticas por las deficiencias académicas y la presencia gangsteril de una organización estudiantil. Por eso, se gestó la necesidad de un cambio de las reglas del juego y la manera de conducir la vida universitaria”, informó.
Ella recordó como se establecieron 10 comisiones que discutieron las funciones sustantivas bajo la conducción del entonces Departamento de Investigación Científica y Superación Académica (DICSA), y la Unidad de Estudios Estratégicos, comisionada para tales fines, y a la vez estas comisiones generaron 59 documentos, de los que salió un primer diagnóstico de la UdeG y el grupo redactó una versión original de la propuesta de reforma, que se publicó en formato de revista en el primer ejemplar de Reforma y utopía.
El Director de la Preparatoria 5, maestro José Manuel Jurado Parres, relató el camino de dificultades y el proceso político que rodeó a esta reforma. Recordó que al entonces Secretario de Educación Pública federal (Manuel Bartlett Díaz) no le agradaba la idea de crear una Red Universitaria, lo que los obligó a tocar otras puertas.
Y recordó aquél capítulo donde “Se tuvo que tocar la puerta del entonces Secretario de Desarrollo Social, licenciado Luis Donaldo Colosio, quien sí vio con buenos ojos este proyecto, y ahí surgió la oportunidad de impulsarlo. Quiero recordar otro dato: en una visita que realizaría el Presidente Carlos Salinas de Gortari a Lagos de Moreno, nos iba a conceder sólo 15 minutos, en una plaza pública, donde se montó la información. El presidente escuchó más de 15 minutos al licenciado Raúl Padilla. Transcurrió una hora y el señor presidente continuaba ahí, admirado de lo que los universitarios le presentaban. Fue un hecho histórico que permeó en el éxito del proyecto. El presidente, complacido, dijo: ‘Muy bien, vayan con el Secretario de Educación Pública para comenzar a trabajarlo’. Pero hubo que decirle la verdad: al secretario no le gusta esto. Son momentos difíciles, pero se tiene que tener valentía”.
El investigador de la UdeG y Coordinador Académico de Jalisco a Futuro 2018-2030, doctor Adrián Acosta Silva, dijo que, en aquel tiempo y aunque no se dice mucho, el proceso de reforma fue tan complejo que dividía opiniones en la misma Universidad. “En ese tiempo no había redes sociales, pero todos los días aparecían desplegados en favor o en contra. El proceso dividió a la Universidad, eso hay que decirlo, por eso se tuvo que firmar una coalición reformadora que soportara este proceso”.
Fue enfático al citar que “No se trató de procesos instantáneos, sino complejos, con tensiones y riesgos. No fue terso, fácil, ni rápido, sino áspero y conflictivo”.
Por otro lado, la doctora Mara Robles Villaseñor, diputada local y presidenta de la Comisión de Educación en el Congreso local, estudiante en esa época, le tocó participar desde esa trinchera en la gran reforma. Una de las rupturas claves se dio con la organización mafiosa que se hacía pasar por federación estudiantil en aquellas épocas, dijo.
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“Jamás íbamos a estar ligados a ese pasado. Un pasado que significó muertes, torturas. Y la ruptura con lo que era para nosotros el ídolo de la lucha estudiantil, que era el Movimiento del 68, ¿cómo íbamos a estar nosotros vinculados con quienes fueron los esquiroles del Movimiento del 68? Jamás. A uno de nuestros compañeros, a Alfredo Rodríguez Banda, se le ocurrió el planteamiento: podemos ser independientes”, contó Robles Villaseñor.
Así, los estudiantes tuvieron el mismo peso en el Consejo y en las comisiones que los directivos, y además lograron que se les reconociera como la fuerza más importante y la razón de ser de la Universidad. Además, quienes en ese tiempo eran representantes estudiantiles, se curtieron en discusiones, donde la argumentación y el respeto a la diversidad de ideas eran el espíritu de aquel CGU que discutió la propuesta de Ley Orgánica.
El académico de la UdeG, maestro Carlos Eduardo Moyado Zapata, señaló que luego de los tensos acontecimientos de septiembre de 1989 –en los que se tomaron planteles de la UdeG–, los universitarios se concentraron en darle articulación y estructura al modelo de red y su expresión normativa. En aquella época era muy débil la vinculación de la UdeG con los sectores productivos, asociaciones civiles y padres de familia.
“El proyecto original de Ley Orgánica de la Universidad de Guadalajara que presentó el entonces Rector Raúl Padilla López, que era de 40 artículos, terminó siendo de 98. Todo mundo quería salir en la película, es una realidad. Y es que suponer que una dependencia u organismo quedara fuera de la Ley Orgánica, estaba en riesgo de que pudiera extinguirse”, terminó.