Niños regresan a clases blindados con gorro, bufanda y guantes

Este miércoles 13 mil 680 escuelas de educación básica del Estado de Jalisco abrieron sus puertas para recibir a un millón 721 mil 844 alumnas y alumnos

Isaura López | El Occidental

  · miércoles 8 de enero de 2020

Foto: Aurelio Magaña

Sin contratiempos, pero si con una mañana fría -siete grados centígrados- niñas y niños regresaron a clases felices por volver a sentarse en sus butacas y platicar con sus compañeros de salón; en esta ocasión, el uniforme fue blindado con gorro, bufandas guantes y chamarras.

Antes de ingresar, las mamás daban recomendaciones de no perder ninguna prenda, y cubrirse en todo momento; mientras que los ojos del alumnado brillaban de emoción por ver a su mejor compañera o compañero, esperaban con ansias volver a reencontrarse.

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Este miércoles 13 mil 680 escuelas de educación básica del Estado de Jalisco abrieron sus puertas para recibir a un millón 721 mil 844 alumnas y alumnos, así como a 80 mil 958 docentes.

En algunas escuelas de Zapopan, el alumnado acudió con utensilios básicos de cocina para compartir la Rosca de Reyes acompañado con chocolate, atole o champurrado.

Al mismo tiempo, para compartir sus experiencias que disfrutaron durante el periodo vacacional y los regalos recibidos la Nochebuena o el Día de Santos Reyes.

Brenda de 10 años de edad, ya estaba ansiosa por entrar a la escuela y reencontrarse en el primer día de clases del año 2020 con su mejor amiga Noemí, ambas dejaron de verse casi 20 días por las vacaciones.

Su amiga salió durante todo este tiempo fuera de la ciudad, se fue a un pueblo con su mamá y hermano a descansar.

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“Es mi mejor amiga, nos conocemos desde el kínder, nos compartimos a la hora de recreo nuestros alimentos, estudiamos juntas y jugamos cuando no estamos en clases”, compartió Brenda, quien vestía el uniforme completo más mallas y una chamarra.

“Yo estoy contento por regresar y ver a mis amigos. Me la pase jugando en casa juegos de internet con mis hermanos, el niño Dios me trajo una consola de juegos y una televisión grande para mí y mis hermanos”, mencionó Darío de 9 años de edad, quien cubría su rostro con un gorro y bufanda.

Mientas que las mamás, coincidían en señalar que, algunos de sus hijas e hijos ya estaban ansiosos por regresar a pesar del frío; unas fueron preparándolos a dormir más temprano para evitar que se quedaran dormidos el primer día de clases.

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