Moretones que aparezcan cerca de las articulaciones (codos, manos, rodillas) sin razón aparente, en bebés de entre nueve meses y dos años de edad, pueden ser indicio temprano de hemofilia, por lo que deben ser llevados a consulta con el médico familiar.
En el marco del Día Mundial de la Hemofilia, a conmemorarse el 17 de abril, el jefe del Servicio de Urgencias del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Ramón Iván de Dios Pérez, explicó que esta patología puede causar importantes problemas de salud tras un golpe o herida, porque los pacientes presentan problemas de coagulación en la sangre de ahí la importancia de llevar un control especializado.
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“Los padres de familia o tutores pueden, además de observar los signos ya descritos, tocar las áreas afectadas y notar que tienen una temperatura más elevada, que están más calientes que el resto del cuerpo. También pueden notar que los bebés o infantes están muy irritables y que no quieren caminar, porque esto les causa mucho dolor”, advirtió.
Luego de una evaluación clínica, dijo se determina si el caso es leve, moderado o grave, y se lleva un programa farmacológico y de autocuidado para prevenir lesiones; detectar esta afección en una etapa temprana ayuda a prevenir complicaciones una vez llegada la edad adulta; de lo contrario, pueden presentarse problemas que pongan en riesgo la vida, como hemorragias derivadas de accidentes domésticos, viales, e incluso problemas sociales, como el que se llegue a creer, en el ámbito escolar o laboral, que el paciente sufre algún tipo de violencia, cuando no es así.
El especialista indicó que, dado que la hemofilia es una patología hereditaria, hay mayor sospecha de presentarla si otros miembros de la familia ya han sido diagnosticados.
En un gran número de casos, aunque las mujeres son portadoras (la enfermedad está asociada al factor X), son los varones quienes desarrollan los síntomas.