Desde julio pasado, luego de las elecciones donde el PRI tuvo resultados poco favorables, alrededor de 150 personas han renunciado al tricolor en la entidad, una tercera parte de ellas en el último año, informó su dirigente estatal, Ramiro Hernández García.
“Generalmente cuando se está en el gobierno se tienen muchas simpatías y adherencias y cuando se pierde empieza el corredero, sobre todo de algunos que habiéndoles bien, quieren seguir buscando que les vaya bien y generalmente son los que militan más en el poder que en los partidos”.
Afirmó que las bajas se deben a que estuvieron por nueve años o más en “posiciones de privilegio” y ahora migraron a otros partidos, como Morena o Movimiento Ciudadano. “Se están alimentando de los desperdicios del PRI, pero en el pecado llevarán la penitencia”.
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En el caso particular del regidor tapatío, Eduardo Almaguer Ramírez, quien acusó a la dirigencia estatal de mantener un silencio cómplice y aplicar la “política del avestruz”, dijo desconocer a qué se refiere con ese término y llamó a no dividir.
“Quienes tenemos alguna responsabilidad debemos buscar cómo reconstruimos lo que se nos ha venido deteriorando a partir del resultado electoral pasado”.
Informó que en días pasados acudió a una gira por municipios de la Costa y Sierra Sur y encontraron “un priismo muy echado para adelante y con ánimo de reorganizarse y fortalecerse para buscar la victoria en el 2021”.