Momento de terror pasó una familia este lunes tras el sismo de 7.4 grados que se registró en el país, luego de que un pedazo de cantera del templo de San Agustín, en pleno Centro Histórico de Guadalajara, se desprendiera y cayera directo en su automóvil.
Cuatro personas eran las que viajaban por la calle Degollado cuando a la altura del Consejo de la Judicatura (casi esquina con Morelos) comenzó a temblar.
A pesar de que no había pasado más de una hora que se había realizado el Macrosimulacro Nacional 2022, no creyeron que la historia del 2017 se repitiera hasta que vieron a gente salir presurosa de los edificios alrededor y finalmente una piedra de tamaño considerable cayendo en el cofre de su vehículo.
"Pensamos que era el simulacro y estábamos aquí (en la zona) para unos trámites, y vimos que (la gente) venía saliendo y mis hijas me dijeron que era porque era la hora del simulacro, pero vimos que toda la gente volteaba para arriba y de repente nos cayó del templo. Gracias a Dios no nos pasó nada", platicó María Elena Moreno Ortiz.
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Detalló que acudieron al centro para realizar unos trámites por la defunción de su yerno y que lo ocurrido pudo haber sido mayor, en tanto que su esposo, el señor Carlos Cardona, mencionó que cuando cayó la piedra el coche se quiso prender lo que orilló a que un comerciante de la zona de inmediato le prestada un extintor para evitar el fuego en el vehículo.
"Lo bueno es que no nos cayó a ninguno. Veníamos cuatro (si hubieran sido unos metros adelante) ahí nos hubiera caído bien, a medias, lo bueno que fue en el cofre (...). Creímos que era lo del simulacro y dijimos vamos a esperar a que salgan todos y nos dejen pasar, entonces nos quedamos parados y de pronto empiezan a caer las piedras pequeñas y luego esa grande que nos cayó, nos salimos rápido del auto y un locatario me prestó su extinguidor".
Explicó que por venir precisamente en el vehículo no sintieron el temblor y que su único referente fueron las decenas de personas que empezaron a salir de los edificios a su alrededor.
María y sus dos hijas sufrieron una pequeña crisis nerviosa, por lo que fueron atendidas por autoridades del lugar. Tiempo después de lo ocurrido el propio secretario general de Gobierno, Enrique Ibarra Pedroza, se acercó a hablar con la familia. Fuera de los daños en el coche la familia lo sufrió ninguna lesión física.