La entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, conocido como T-MEC, evidenciará que México está en desventaja para competir en innovación y tecnología en cadenas de valor que van a paso acelerado, como la de automóviles eléctricos.
Así lo dieron a conocer la Universidad de Guadalajara y Jalisco a Futuro, donde los participantes coincidieron en que la competencia en los próximos años será quién tendrá la capacidad para atraer inversiones en autos eléctricos, no tripulados por personas, donde México no figura.
“En buena parte, la industria automotriz fue la única que realmente se preparó ante los cambios que indicaba el T-MEC, lo que es importante. Desde antes del tratado ya habían empezado a cambiar sus esquemas de planeación y administración, a fin de adaptarse a la nueva realidad. Más de 90% de la industria automotriz en el país ya está adaptada al T-MEC. Cuando hablamos de la falta de planeación nos referimos a la planeación pública, no necesariamente a la planeación privada”, dijo Antonio Ruiz Porras, coordinador del doctorado en Estudios Económicos del CUCEA.
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Además, se arranca el T-MEC sin una política industrial nacional que apenas destina recursos por 500 millones de dólares, mientras que Estados Unidos y Canadá invierten billones de dólares para apuntalar sus sectores tecnológico, energético y manufacturero.
De su parte, el coordinador de la Licenciatura en Economía del CUCEA, Moisés Alarcón Osuna, consideró que el T-MEC busca restarle fuerza al crecimiento de China, que introducía mercancías a Estados Unidos, o a los bienes intermedios a México.
“Las industrias de alta tecnología son las que más atraen al público en general, pero la industria se conforma de mucho más que sólo la industria automotriz, pues están las autopartes, la minería, la transmisión de energía eléctrica, industrias textiles”.
Llamaron a las autoridades a que se establezcan y se incentiven programas que desarrollen la capacidad innovativa en las empresas y señalaron que a nivel nacional el 50% de la matrícula se concentra en diez programas educativos, y la ingeniería industrial tiene los últimos lugares.
