La obra a favor de los niños de la calle iniciada en 1988 porquien se conocía como el “mairo” Rogelio Padilla debe decontinuar como un homenaje a su memoria, señaló el presidentemunicipal interino de Guadalajara, Enrique Ibarra Pedroza, quienlamentó el deceso de este sobresaliente activista social y quien alo largo de tres décadas logró apoyar a miles de niños para quetuvieran un hogar y concluyeran sus estudios.
“Es lamentable el deceso, esun tapatío muy altruista, muy solidario en atención a los demásy yo creo que ejemplos como los de él tenemos que traducirlos enacentuar el apoyo” y no cambiar en nada la relación con elMovimiento de Apoyo a Menores Abandonados (MAMA AC), la fundaciónque impulsó.
Enrique Ibarra dijo que la relación que tenían con laasociación que fundó dentro del programa de atención a personasen situación de calle no cambiaría ya que la labor altruista querealizaba no tenía fecha de caducidad y por lo tanto espera quedesde la fundación no se dicten otras medidas.
“Espero que no, sonasociaciones altruistas, son asociaciones filantrópicas y yo creoque al contrario el mejor reconocimiento a gente como RogelioPadilla es acrecentar ese tipo de políticas de apoyo hacia losdemás”, por eso todos los programas que se tenían van acontinuar y “nosotros tenemos que seguir con mayor ahínco,inclusive en centros de albergues e instalaciones delDIF”.
La figura de Rogelio Padilla Díaz era mítica, en cualquierlugar se le podría apreciar con su larga barba, su caminarpausado, con una sonrisa en todo momento, atendiendo a quien se leacercaba y le preguntaba algo, pero sobre todo con su vestimentablanca que lo acompañaba a todos lados.