En materia de política interior "es más notoria la ausencia institucional que el activismo de la Secretaría de Gobernación por generar un diálogo democrático; la política de seguridad ha sido fundamentalmente errática; la política migratoria parece que se dicta desde el exterior y no desde Palacio Nacional; la política anticorrupción está vacía de contenido y de resultados, y la idea de rendición de cuentas es más voluntarista que institucional", señaló el vicecoordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano en el Senado, Clemente Castañeda.
“Este es el año en el que por primera vez el Gobierno mexicano rechaza abiertamente una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; este es el año en el que se abrió paso a la toma de decisiones arbitrarias mediante los memorándums del Poder Ejecutivo; este es el año en el que se impulsaron embates contra organismos autónomos y se empezaron a correr una serie de reformas regresivas y de restauración del viejo sistema antipluralista”, manifestó.
“Este es el año donde se han hecho consultas a modo para definir el rumbo del país y este es el año donde se le cerró la puerta a la sociedad civil, no solamente para dejar de escucharla, sino para ponerla en el bando de los detractores del régimen: ese es el estado actual de política interior y, por lo tanto, hacemos un llamado enérgico y respetuoso a tratar de corregir el rumbo”, agregó.
El senador jalisciense, presidente de la Comisión de Anticorrupción, Transparencia y Participación Ciudadana, subrayó: "Queremos abatir la corrupción, pero se cree que esto se logrará con voluntarismo o con una austeridad mal entendida, eso es perder el foco del origen. Como botón de muestra es que casi el 70% de las compras y obras públicas de este gobierno se han hecho sin licitación pública”.