Trabajadores de la industria electrónica marcharon este 1 de mayo para exigir que pare el hostigamiento a quienes se exigen sus derechos laborales.
Vestidos de rojo, recorrieron desde la glorieta de la Normal hasta el centro tapatío, gritando consignas como “primero de mayo no es de fiesta, es de lucha y de protesta”.
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Señalaron los malos tratos de los que son objeto en empresas, la mayoría de ellas trasnacionales y dedicadas a la fabricación de componentes electrónicos, muchos de ellos de exportación.
“Hay simulación en la legitimiación de los contratos colectivos y mucha represión al intentar nosotros organizarnos como trabajadores de la electrónica de los pisos de producción en sindicatos, pues del 2022 para acá empezaron a presentaron a sindicatos elegidos por ellos”, explicó Meri, coordinadora de la Coalición de Extrabajadoras (es) y Trabajadoras (es) de la Industria Electrónica Nacional (Cetien).
Recordaron que el año pasado, tras protestar por el mismo tema, 13 personas fueron despedidas de una de las compañías electrónicas más grandes del Estado, ubicada en El Salto y por ese motivo, hoy algunos prefirieron reservar su identidad.
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“Hay mucha represión, si como trabajadores tratamos de defender nuestro derecho lo primero que hacen es despedirnos y no podemos organizarnos como trabajadores y formar sindicatos, porque cuando se enteran de que estamos organizándonos, no descansan hasta correr a todos los que se están organizando”.
De acuerdo con datos estatales, para la industria electrónica laboran alrededor de 79 mil personas de manera formal, dedicados a la fabricación de maquinaria y equipo, fabricación de equipo de computación, comunicación, medición, componentes y accesorios.
En la marcha de este 1 de mayo, a trabajadores de la industria electrónica les acompañaron simpatizantes del partido comunista, así como personal de la Universidad de Guadalajara y estudiantes, que igualmente piden mejores condiciones laborales.