Piden padres de familia al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que permanezca atento y a la Federación que no abandone la búsqueda de Marco, Francisco y Jesús Daniel, desaparecidos hace un año y que a decir de uno de cinco detenidos, fueron asesinados por una célula del crimen organizado y disueltos en ácido.
El entonces director del Instituto Jalisciense Ciencias Forenses, Luis Octavio Cotero Bernal, ha sostenido que si bien uno de ellos confesó, también dijo que los demás restos de ellos fueron esparcidos en distintos lotes baldíos, sin que hasta la fecha la propia Fiscalía haya acudido a revisar esos puntos.
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Los familiares aseguran que las investigaciones avanzan y en ello reconocen los trabajos realizados por el Comité Contra la Desaparición Forzada de la ONU y el Gobierno federal mexicano. No obstante, están pidiendo a Marco Tulio Muñoz Amezcua, juez de Control del Centro de Justicia Penal Federal, que se ciña al Artículo 23 para prevenir la desaparición y el secuestro para que se concientice y les favorezca sumándose a la continuidad de esa búsqueda con el equipo de trabajo de la Fiscalía General de la República.
Asimismo al fiscal general, Alejandro Gertz Manero, le pidieron que siga conociendo y se sume a la búsqueda y localización inmediata de los tres jóvenes, "a nuestros hijos, porque es Derecho Humano y de nuestros hijos, de tener un acceso real y efectivo a la justicia y a la verdad sobre su paradero".
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En cuanto al presidente Andrés Manuel López Obrador le pidieron "que esté atento a este caso, como lo está haciendo con otros jóvenes que están desaparecidos". La mamá que habló a nombre de todas dijo: "Somos madres y seguiremos buscándolos para poderles dar un abrazo y un beso de nueva cuenta, porque Dios nos ha dado la fe, la fuerza y la voluntad de seguir adelante, hasta encontrarlos. Porque no son tres, somos todos”.
Las madres de los estudiantes estuvieron acompañadas de Guadalupe Aguilar, del Colectivo sobre personas desaparecidas, y Jesús Medina Varela, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), quien dijo que en este caso hubo un antes y un después, porque antes se revictimizaba a las víctimas, se les ligaba a actividades ilícitas, luego del caso de los estudiantes "cayó esta gran mentira, esta narrativa, esta salida fácil a la movilización de las personas y mostró el rostro más terrible de que estaban desapareciendo las personas y nadie estaba haciendo absolutamente nada".
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