La presidenta de la Red Promotora de los Derechos de la Mujer Indígena en Jalisco, Cristina Apolonia Martínez Hernández pide el reconocimiento de la medicina tradicional para la atención de la salud- enfermedad de los pueblos originarios en la entidad.
En cuanto a la salud reproductiva, se pronunció por que las mujeres que viven en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y son atendidas por una partera durante el embarazo, parto y puerperio pueden registrar a sus bebés en el Registro Civil y prevenir actos discriminatorios por nacer de una partera.
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“Muchas veces si nace con una partera un bebé no se puede registrar, entonces lo que queremos es que reconozcan todos estos trabajos que hemos venido haciendo desde nuestra cosmovisión, porque anteriormente en nuestra comunidad no había doctores y aquí en la ciudad se tiene que atender con doctores”.
Apolonia Martínez, defensora de los Derechos Humanos, recordó dos casos registrados en el 2021, cuando una niña, hija de una madre de familia de pueblos originarios por ser güerita fue internada en el Hospicio Cabañas y en el 2023 un niño de 4 años no podía ser registrado por nacer con una partera.
“La niña era güerita y su mamá indígena y morena, para registrar esa niña tuvimos mucho problema porque la mujer se juntó con uno de la ciudad y al tiempo la suegra le quitó su niña y batallamos, fue internada en el hospicio Cabañas y le decían que no era su hija y no podía registrar a la niña, ya cuando salió sí batallamos”.
Con relación al caso del niño, comentó: “El de un compañero tenía 4 años su hijo que no podía registrar porque había nacido con una partera que no traía las huellas entonces hicimos una campaña de salud y y personal para registrar a niño”.
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La activista mencionó que hay un número importante de personas de los pueblos originarios que carecen de un acta de nacimiento.
Por otro lado, comentó que la Red promueve entre las mujeres de los pueblos originarios sus derechos humanos y prevenir que sean víctimas de violencia.
La activista quién es originaria del Estado de México y de la comunidad Mazahua, narró que fue víctima de violencia cuando llegó de Guadalajara hace 36 años.
“Al llegar aquí yo sufrí mucho violencia, violencia, discriminación por no saber hablar, por nuestra vestimenta, por ser indígena ahí nace formar la asociación de la red promotora de los derechos de la mujer indígena, porque lo que yo viví no deseaba que otra compañera que llegaba volviera a sufrir, por eso hemos trabajado para apoyarla y seguir dando información para que ellas no sufran lo que viví yo. Pero gracias a ese sufrimiento hemos logrado muchos retos de poder alzar la voz y decir 'aquí estamos y somos nosotras”.
En la Unidad de Apoyo a las Comunidades Indígenas de la Universidad de Guadalajara (UdeG) se lleva a cabo el encuentro y taller dirigido a mujeres indígenas líderes promotoras de salud comunitaria y quienes han asumido un rol de defensoras de los derechos humanos de los pueblos que residen en el AMG.