Los pacientes con nefropatías además de su tratamiento médico deben cuidar su nutrición, toda vez que requieren de una alimentación especial, explicó la Investigadora adscrita a la Unidad de Investigación Biomédica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Laura Cortés Sanabria.
Una adecuada alimentación, es capaz de disminuir la progresión del daño renal, e incluso el paciente puede mejorar su estado general de salud de cara a recibir una terapia sustitutiva, además de reducir complicaciones más severas en casos en que la función renal se ha visto muy disminuida.
Conforme avanza la enfermedad renal, mencionó, se hace necesaria la supresión de ciertos alimentos ricos en fósforo, entre estas, carnes, yema de huevo, lácteos y frijoles, además de incrementar la ingesta de frutas y verduras y de agua natural.
Los efectos colaterales de la enfermedad renal pueden incluir una elevación de la presión arterial y cuadros de anemia, así como retención de líquidos, hinchazón y edemas.
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Indicó que es indispensable que de forma periódica y frecuente, el paciente se realice estudios de orina y sangre, para conocer sus niveles de creatinina sérica y de proteínas.