“No se llama Metro, se llama Tren Ligero”. Antes, ese era la principal molestia de los tapatíos, que le llamaran Metro al Tren Ligero que hasta hace media década, se mantenían satisfechos con su servicio, o al menos eso querían creer, pues aunque eran solo dos líneas, existían leves inconformidades, pero en los últimos cinco años todo cambió, con el inicio de la “interminable” Línea 3.

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Desde ese agosto de 2014, cuando en la zona del Mercado del Mar en Zapopan, el anterior gobernador, Aristóteles Sandoval Díaz, acompañado de quien fuera titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza dieron arranque a los trabajos, la ilusión creció.

A los habitantes de Guadalajara y sus municipios conurbados, les dijeron que a la ciudad llegaría un nuevo sistema de transporte, que permitiría ir desde Tesistán en Zapopan hasta la Central Camionera en San Pedro Tlaquepaque, pasando de manera subterránea por el Centro de Guadalajara. Todo eso, en poco más de 30 minutos de recorrido y con un solo costo de pasaje, en ese tiempo de siete pesos.

“Nos hicieron sentirnos de primer mundo. Yo me imaginé que íbamos a andar en un tren que pasaba de forma elevada por la ciudad y de repente se metía al túnel, como si estuviera en una gran ciudad”, explicó Alicia Suárez, usuaria de la Línea 1, que cruza la ciudad por avenida Colón-Federalismo.

La joven dijo que como ella, prácticamente todos los usuarios del Tren Ligero que conoce, tenían altas expectativas. Llegaron a pensar incluso que la Línea 3 estaría concluida antes de las elecciones de 2018 y que podría ser bandera política del PRI “pero ni para eso fueron buenos”, pues han pasado más de cinco años y los trabajos todavía no tienen fecha de entrega.

A principios del mes de febrero, el director del Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur), Rodolfo Valle Favela, dijo no poder dar una fecha probable de inicio de operaciones, pues la Línea 3 del Tren Ligero tiene todavía algunos pendientes, el más grave, relacionado con la renivelación de tres de sus estaciones: La Normal, Santuario y Catedral, todas en la parte del túnel.

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Sin embargo, más allá de los pendientes de la Línea 3, la realidad es que la Línea 1 y 2, que en conjunto realizan 275 mil viajes por día, representan un mínimo aporte para la movilidad en la ciudad, tomando en cuenta la cantidad de viajes en otros sistemas de transporte colectivo, siendo los camiones los principales, con más de 2 millones 304 mil viajes diarios.

Incluso datos de la propia Secretaría de Transporte, refieren que una vez puesta en funcionamiento la Línea 3, podrían ser 340 mil viajes diarios los que realice, según se informó en los estudios previos al arranque del proyecto hace más de cinco años, es decir, apenas el doble de lo que ahora mueve el Macrobús y sus rutas alimentadoras, que se estima, superan los 174 mil viajes al día y si se toma en cuenta el costo-beneficio, tanto de afectaciones millonarias a causa de las obras, sobre todo al comercio establecido en el Centro tapatío y en las avenidas por las que correrá la Línea 3, así como el presupuesto que ya se duplicó, pues pasó de 17 mil 692 millones de pesos a 36 mil millones de pesos, la Línea 3 del Tren Ligero, realmente no representó un beneficio para la ciudad, al menos en el corto plazo, coincidieron usuarios.

Conoce más...

*La Línea 1 y 2 del Tren Ligero realizan por día 275 mil 150 viajes

*El Macrobús y sus rutas alimentadoras al día realizan 174 mil 240 viajes

*La Línea 3 del Tren Ligero se proyectó hace seis años que estaría realizando cerca de 340 mil viajes diarios

*Las rutas convencionales de transporte colectivo realizan por día 2 millones 304 mil 418 viajes

*El último Censo de Población y Vivienda del INEGI en 2010 reportó que en el Área Metropolitana de Guadalajara había 4 millones 434 mil 878 habitantes

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