Han pasado más de 24 horas del incendio en el Mercado San Juan de Dios; el ambiente sigue siendo de tristeza y desolación. Este viernes muchos de los comerciantes a los que un día antes no se les permitió el acceso, pudieron ver sus locales totalmente carbonizados, en pérdida total, sin posibilidad de recuperar nada. Otros recibieron despensas para sobrellevar la situación unos días.
Con los ánimos por los suelos, decenas de propietarios de los locales consumidos por el fuego pudieron entrar a ver lo que quedó de estos para comenzar a retirar su mercancía convertida en cenizas.
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La señora María del Consuelo Chávez Sánchez, fue una de las afectadas, ella tenía 46 años siendo comerciante en el San Juan de Dios, ella dueña de los negocios Dulces Chelo y Artesanías Chelo. Quedó conmovida hasta las lágrimas a ver sus dos locales totalmente consumidos por el fuego, de los cuales nada pudo llevarse a casa, todo era inservible.
"No podemos abrir porque está todo totalmente tirado, quemado. El otro local es el de la dulcería quedó en pérdida total, no hay nada que recuperar. Hoy estamos con el corazón totalmente destrozado, porque para nosotros esto es un patrimonio de muchos años y ver nuestros locales hechos trizas es una tristeza para nosotros", comentó con voz entrecortada y con la esperanza de que sí se les otorgue algún apoyo económico.
Cinthia Baldovinos, tiene una carnicería, una tortillería y un negocio de sombreros. Desde hace 20 años sus locales eran el sustento de 10 familias. Ayer pudo ingresar a sacar los productos perecederos como la carne y este día tenía le pidieron retirar todo, lo cual es imposible en un sólo día.
"Es impactante. Ayer estaba peor todavía, parecía aquí una película de terror, se perdió el patrimonio de toda la vida".
Pide que se reduzca el tiempo de reparación, ya que les comentaron que la reestructuración podría tardar hasta 7 meses.
En la zona también trabajaron 142 personas y 27 vehículos de la Coordinación General de Servicios Públicos Municipales, quienes apoyaron en las labores de limpieza. Hasta el mediodía había retirado 34.54 toneladas de desechos.
En el exterior del mercado se entregaron tres mil despensas, sin embargo, aseguraron los beneficiarios que los empleados no fueron considerados.
Lupita Gido, comerciante de bocinas, cuyo puesto tenía 60 años de existencia y quien perdió alrededor de 800 mil pesos en productos, fue una de las beneficiarias de las despensas.
"Una por locatario estuvieron entregando, faltan los empleados que se quedaron sin trabajo. Hay que recordar que de cada local hay tres o cuatro personas trabajando y que también tienen familia". Consideró que esa bolsa de "mandado" sólo alcanzaría para un día, ya que se debe consumir almuerzo, comida y cena.
Fueron largas filas las que se hicieron para recibir las despensas, que según la autoridad les alcanzarían para dos semanas, mismas que contenían frijol, arroz, sal, avena, maseca, galletas de animalito, aceite, tres atunes, leche en polvo, entre otros productos básicos.
El fuego se inició en un local de frutas y verduras
Sobre la causa, el presidente municipal de Guadalajara, Pablo Lemus continuó firme en la versión de que fue el fuego comenzó en un local de frutas y verduras.
"La red eléctrica trabajó bien, qué fue lo que pasó, una conexión irregular de uno de los locales de frutas y verduras ocasionó la chispa y derivó en el propio incendio. Sí va a haber inspecciones, no va a haber multas. No estamos en una etapa de ir en contra de los comerciantes".
Aseguró también que el incendio creció de manera vertical y no horizontal que habría consumido más locales, pero esto fue a que funcionaron los sistemas contra incendios.
Por su parte la locataria Nayeli Cisneros considera que no pudo generarse en esa área dado que tenían mucha presión de los inspectores para no usar "diablitos", cree que pudo ser intencional.
"Que digan la verdad. No creo que no hayan sido de otros (puestos) pero por qué frutas y verduras si nos traían a raya. Yo digo que esto fue provocado", dijo entre llanto Nayeli, quien tenía más de 40 años con su negocio de frutas.
Pese a la triste situación por la que atraviesan los comerciantes y trabajadores de los 426 puestos, confían en que se levantarán de la mano de sus fieles clientes que durante años los han acompañado.