La Universidad de Guadalajara, a pesar de los dimes y diretes, desplantes, llega más fuerte que nunca. Es su edición 33, pero desde la 5a es autosuficiente, costará 120 millones de pesos y las tan mencionadas reducciones por parte del Gobierno federal, no causan mella, son imperceptibles, hay apoyo municipal, estatal, federal e internacional. Incluso el Fondo de Cultura Económica (FCE) mantiene su stand y participación, apenas suspendió un cóctel que siempre ofrecía a invitados.
Su presidente, Raúl Padilla López, fue claro: “Esta feria genera sus propios recursos así es desde su quinta edición”.
Comentó que el programa cultural -por ejemplo- viene contando con diversos apoyos directos e indirectos de varias secciones de la propia Red de la Universidad de Guadalajara, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (Conaculta), la UNAM y se tienen apoyos de otras entidades federales, estatales y municipales para el programa académico.
El presidente de la FIL explicó que no hubo un recorte porque la feria genera sus propios recursos y el programa cultural se apoya de varias entidades de la Red Universitaria y aportaciones de los gobiernos de Guadalajara, Zapopan, Tonalá y Tlajomulco de Zúñiga, así como de Jalisco.
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“Este año lo que sucedió fue que los ocho millones de pesos por parte del Gobierno federal, ahora se sujetaron a un concurso. Hubo un apoyo de cinco millones de pesos, que nada afecta a la operación”, expresó Padilla López.
La FIL este año costará 120 millones de pesos que genera la propia Feria Internacional del Libro. Insistió que con el apoyo de autoridades locales, nacionales e internacionales, estos “recortes” no representan ninguna merma.
Incluso se ha confirmado la presencia del Fondo de Cultura Económica -cuyo titular Paco Ignacio Taibo II había puesto en entredicho- y seguirá con el mismo stand, las mismas participaciones y el mismo número de autores, si acaso solo canceló un cóctel que se ofrecía a los participantes en la FIL.