Medio siglo de trabajo y millones de experiencias tiene para relatar el arquitecto Leopoldo Fernández Font, una de las figuras jaliscienses que sigue dando muestra de su talento.
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Entre las obras más representativas que hay en la ciudad está el templo de la iglesia de la Luz del Mundo, al oriente de Guadalajara, que año con año recibe a fieles de diversas partes del país y de otras naciones y que es ícono de dicha religión.
Como ese templo hay otros edificios emblemáticos en Guadalajara que contaron con la participación del arquitecto tapatío entre ellos el Mercado Corona, reconstruido luego del incendio de mayo de 2014, así como los hoteles Plaza del Sol y Aranzazu, este último en el centro de Guadalajara y con décadas de tradición en la ciudad.
“Es el resultado de un trabajo muy cuidadoso y de siempre tratar de hacer las cosas bien”, dijo el arquitecto satisfecho con el legado para la ciudad donde su obra preferida es el Templo de la Resurrección, frente a Plaza del Sol.
Su trabajo puede apreciarse también en el edificio de la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara, en el plan maestro para el campus de la Universidad del Valle de Atemajac (Univa) y en el edificio para Las Tecnologías de la Informática del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (Iteso) así como en otras partes del país incluyendo Puerto Vallarta, donde construyó el hotel Sheraton Bugambilias.
Se refirió a la arquitectura como “una carrera difícil de ejercer” pero afirma que le ha llenado de satisfacciones pues además de participar en obras que son reconocidas en la ciudad, disfruta de compartir sus conocimientos y ha sido profesor de diversas asignaturas en el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la Universidad de Guadalajara y en la Carrera de Arquitectura en el Iteso.
Como consejo para las nuevas generaciones de arquitectos, agregó: “dependemos de otras personas para lograr nuestros objetivos y muchas veces los recursos económicos o los caprichos del cliente echan a perder un buen proyecto y por eso hay que tener mucho cuidado y estudiar muy bien los trabajos y proyectos que nos encarguen, para saber cumplir con los requerimientos del cliente en todos los aspectos: funcional, estético, expresión del proyecto”.
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Además, dijo, es importante que los nuevos y futuros arquitectos encuentren en México su inspiración “que estén atentos, que vean lo que se hace aquí y en otras partes, pero que vuelvan a la ciudad, a nuestro medio, a nuestro ambiente, a lo que somos los mexicanos y se centren en eso para lograr los mejores proyectos”.