En Jalisco hace falta coordinación entre autoridades y empresarios para que las cifras de empleos perdidos no sean tan alarmantes como las de diciembre del 2023, dijo el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega.
Esto, porque el mes pasado solo en la entidad se perdieron 31 mil 578 empleos formales, de los cuales más de dos terceras partes era permanentes, según reportó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
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Consideró que deben sumarse esfuerzos de los gobiernos estatal y federal principalmente “para integrar a los empresarios, al mundo obrero y buscar las formas de que haya mejores puestos de trabajo y mejores salarios para que los trabajadores, los mexicanos en general puedan vivir con mayor dignidad en sus familias”.
De acuerdo con datos del INEGI, en Jalisco alrededor de 10 mil trabajadores reciben el salario mínimo, que este año es de 248.93 pesos, mientras que casi la mitad de sus trabajadores, es decir alrededor de un millón de ellos perciben entre uno y dos salarios mínimos al día, para acercarse a los 500 pesos de salario diario.
Sin embargo, sigue alta la cifra de pobreza, que se agudizó con la pandemia por coronavirus iniciada hace casi cuatro años y se prolongó por bastante tiempo.
“Muchos puestos de trabajo no se han recuperado y también muchas dificultades con el tema de la educación, muchos niños, adolescentes y jóvenes que perdieron el ritmo, que perdieron el norte de la educación”.
También algunos gobiernos en el mundo “como el nuestro, como que no han encontrado la forma de llenar ese vacío, de superar esa herencia que nos dejó la pandemia”, señaló Robles Ortega.
Ese tema les preocupa, sobre todo si se toma en cuenta que adolescentes y jóvenes al no encontrar alternativas se estudio o de trabajo deciden sumarse a la delincuencia organizada, lo que empeora la situación de inseguridad en el país.
