Para el Cardenal José Francisco Robles Ortega la situación que se vive en la Región Altos Norte de Jalisco es un reflejo de impunidad en materia de seguridad al operar los grupos del crimen organizado bajo la observancia de algunas corporaciones de seguridad.
Indicó que, en los municipios de Lagos de Moreno, Teocaltiche y en Encarnación de Díaz, conocido como “La Chona” hay un problema de seguridad grave, sin una coordinación de las autoridades de los tres niveles de gobierno para detener la ola de violencia, desapariciones y ejecución de jóvenes.
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“Tristemente la obviedad es que el crimen está bien posicionado en cada uno de esos niveles (…) creo que el clima de inseguridad que estamos viviendo no disculpa a ninguno de los niveles; no es cosa de pasarse la responsabilidad o como se dice coloquialmente ´pasarse la bolita’ es cosa de enfrentar con toda la autoridad de la ley lo que está pasando, de otra manera no se va a componer esto”.
El Arzobispo de Guadalajara lamentó que las bandas del crimen organizado involucren a la juventud en hechos ilícitos, mientras, quienes se resisten a formar parte sean “sacrificados” como sucedió con los cinco jóvenes secuestrados y ejecutados en Lagos de Moreno la semana pasada.
“Como hemos visto que terminan muchos si se resisten a participar en estos programas de maldad y de crimen, pues terminan dando su vida, terminan sacrificados”.
El Cardenal, dejó entrever que el crimen organizado opera bajo la observancia de las corporaciones de seguridad.
“Hay complicidad, hay impunidad e incluso hay protección no puede uno entender, que por ejemplo se da uno cuenta que la explotación de la madera esté en manos del crimen organizado, y no puede uno entender como hacen del cargamento de la madera recogida de los montes delante de puesto establecidos de la guardia nacional y de la policía estatal”.
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Agregó: “Se puede decir que esta infiltrada esta maldad y a veces vemos mucha indiferencia por parte de quienes debieran protegernos, debieran proteger y formar a las nuevas generaciones, esto merece una reflexión más amplia, y un análisis más profundo sobre todo toma de medidas y de decisiones más firmes y en orden a salvaguardar el tesoro de nuestros jóvenes”.
En el país, anotó el Cardenal se vive una crisis de seguridad, siendo las y los jóvenes, las principales víctimas de asesinados, desapariciones y que están en las cárceles ante la indiferencia de las autoridades.